Los consistorios deciden el futuro de las guarderías sin patio

P. Velasco
-

Los centros plantean utilizar la calle como patio para conseguir la autorización de la Junta, pero en León, Zamora, Salamanca o Valladolid no lo permiten

Varios niños juegan en una guardería de la provincia de Valladolid. - Foto: Jonathan Tajes

La educación ya es gratuita para el tercer curso del primer ciclo de Infantil (de 2 a 3 años) y el próximo curso se ampliará a los alumnos de 1 a 2 años (segundo), pero para poder asegurarse formar parte de esta oferta, los centros privados han tenido que adaptarse para cumplir todos los requisitos impuestos por la Junta de Castilla y León. Uno de los que está marcando el futuro de estas escuelas infantiles es contar con un espacio exterior donde los pequeños puedan disfrutar del aire libre todos los días. En concreto, deben tener un patio de 75 metros cuadrados que en algunos de ellos es inviable y por lo que han pedido la ocupación de la vía pública o privada (en el caso de comunidades de vecinos) para usar la calle como patio.

Esta solución para utilizar la vía pública como zona de recreo ha obligado a todos estos centros privados a solicitar permiso a los ayuntamientos para la ocupación de la vía pública, como ocurre con una terraza o la realización de una obra. Y se han encontrado con diferentes respuestas, según la ciudad en la que se ubiquen dichos centros de Infantil, ya que esa decisión la marca la normativa municipal, en algunos casos inexistentes ante el planteamiento de la guarderías.

De momento, y según la información facilitada a este periódico por la Agrupación de Escuelas y Centros Infantiles de Castilla y León (Aeice), los consistorios de las capitales de provincias como León, Zamora, Salamanca y Valladolid están denegando dichas peticiones, mientras que en el caso de Burgos y Ávila sí se permiten. Tampoco se autorizan en municipios más pequeños, como es el caso de San Andrés del Rabanedo (León), mientras que en otros como Aranda de Duero o Miranda de Ebro, ambos en Burgos, sí dan estas autorizaciones.

Desde la agrupación, su presidenta Pilar Granados destaca que hay bastantes centros, que dependen «únicamente» de esta autorización de uso especial de una zona pública para poder lograr el visto bueno de la Consejería de Educación y por tanto, «continuar manteniendo la gratuidad y, por ende, sus negocios».

Tasas.

En el caso de las localidades que sí han autorizado el uso de la calle como patio, como en Burgos, los propietarios de las guarderías deben pagar una tasa de 115,31 euros al año por hacer uso de ese espacio en base a la ordenanza 213 reguladora de la utilización privativa o el aprovechamiento especial de bienes o instalaciones de dominio público. También tendrán que suscribir un seguro de responsabilidad civil y otro de accidentes que cubra a alumnos y docentes, así como pagar una fianza de 600 euros. La autorización tiene una duración de un año con posibilidad de prórroga anual hasta cuatro años.

En el otro extremo se sitúan las guarderías de Valladolid. De momento, el Ayuntamiento de la capital ha denegado esta posibilidad a los centros que lo han solicitado, ya que es un tema «difícil de resolver» porque como explican fuentes municipales «requiere del establecimiento de normas que lo regule». De momento, la agrupación que representa a los centros privados de Castilla y León ha creado una comisión sobre este asunto, para conocer cuántos negocios se pueden ver afectados por no contar con un espacio exterior y barajar posibles soluciones.