Las instituciones abulenses –Diputación Provincial, Delegación de la Junta en Ávila y Ayuntamiento de El Barco de Ávila– y Piglets SL se han emplazado a un nuevo encuentro que, en principio, se celebrará el día 23 de junio para, una vez conocidas las posturas de los trabajadores y de la empresa, «explorar medidas concretas para intentar evitar el traslado de la fábrica a Huelva». Según se trasladó por parte de la Diputación, en la próxima reunión estarán representados tanto la empresa como la parte sindical.

Esta fue la principal conclusión de la reunión mantenida ayer entre los representantes de la Diputación, la Delegación de la Junta y el Ayuntamiento de El Barco de Ávila y responsables de Piglets para abordar el conflicto desencadenado hace justo una semana, cuando se comunicó a la plantilla la intención de la dirección de este matadero y sala de despiece ubicado en el municipio barcense de trasladar el centro de producción a la provincia de Huelva, alegando problemas con la ampliación en terrenos colindantes y con el contrato de arrendamiento. 

Antes de la cita, las administraciones volvieron a mostrar su disposición a colaborar, en la medida de lo posible, para poder encontrar una alternativa al traslado propuesto, lo que para la comarca del Tormes significaría el cierre.

El presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García, explicaba antes del encuentro de ayer que las tres administraciones se sentaban con los propietarios de El Porquero para «conocer las necesidades que puedan plantear» de cara al futuro, un paso necesario, apuntó, para poder encontrar una solución a la viabilidad de una fábrica que da trabajo a una treintena de personas de El Barco de Ávila y comarca. «Estamos todos en el mismo barco, remamos todos en la misma dirección, ya hemos hablado con los trabajadores y con los propietarios del inmueble para ir acercando posturas, pero hay que ser realistas y ver qué exigencias plantea la empresa porque si no conocemos los problemas, poco podremos hacer desde las administraciones», señaló.

En cualquier caso, insistió en que desde la institución provincial se garantizaba «toda la disposición» para defender el empleo de los 34 trabajadores y el compromiso a «buscar soluciones reales y prácticas que garanticen la viabilidad de futuro de la fábrica». 

En el mismo sentido se expresó el delegado de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández Herrero, quien quiso dejar claro que en esta materia no había «colores políticos» entre las administraciones, sino la intención de alcanzar «el objetivo común», que no es otro que ayudar en el proyecto de viabilidad del matadero barcense.

Hernández Herrero hizo hincapié en que la situación de esta empresa era «una prioridad para la Junta» que, a través de las tres consejerías implicadas –Agricultura y Ganadería, Industria y Economía–, «tiene la clara intención de recoger las sugerencias e inquietudes de Piglets para continuar en El Barco de Ávila».

«Son 34 familias y es una empresa muy importante para la comarca y para la provincia», aseguró el delegado, quien añadió que tanto la administración regional como el resto de instituciones buscan «sacar adelante la permanencia de la empresa y hablar de perspectivas de futuro».

Sobre la reunión, comentó que llegaban a la misma «con una hoja en blanco» para poder recoger las necesidades de la empresa y «si podemos atenderlas, por supuesto que lo haremos. Es una prioridad para la Junta y vamos a trabajar lo que esté en nuestra mano para garantizar la continuidad de los empleos», remarcó.