Francisco I. Pérez de Pablo

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Francisco I. Pérez de Pablo


Las cosas del agua en Ávila

01/12/2020

XAV llego a la alcaldía de Ávila como un chorro de agua fresca, sin embargo año y medio después, esa frescura se ha desvelado como ficticia y el equipo de gobierno local –al que contribuye Cs– juega con los abulenses. No es solo la presión fiscal incrementada sin un plan de ciudad, ni es el aumento de la deuda financiera del Consistorio, ni siquiera la crisis sanitaria y económica, más acuciante en una Capital sostenida, ahora sí, solo por un turismo aplazado sin un plan innovador, sugestivo y atrayente. 
Falta agua. El agua de una piscina cubierta que debería estar y no está. El agua para cuando vuelva la sequía. Son aguas distintas y ambas necesarias para la salud sin ser minero-medicinales. No es cuestión de quitar el agua del PP y poner el agua de XAV, que es lo que parece pretende el actual equipo de gobierno con su mantra de echar la culpa a todo lo anterior. De todos es sabido que el agua es incolora, inodora e insípida.  No tiene justificación el notable retraso de las obras de la nueva piscina –peligran las subvenciones–, salvo que sea tacticismo deliberadamente buscado por XAV, ante la falta de proyectos propios, extendiendo su ejecución hasta hacer coincidir su apertura con la fecha más cercana a las próximas elecciones municipales y obtener réditos políticos.
Después de las razonables críticas recibidas por las inaceptables excusas alegadas para convocar y suspender la llamada mesa de expertos –mesa de aguadores–, la semana pasada –5 meses después–  se reunieron telemáticamente los 14 comisionados cuyo cometido escrito es el estudio e investigación sobre la situación y futuro del abastecimiento de agua y sus reservas. Considero, sin embargo, que esa «mesa» se ha formado para un fin diferente y es justificar la decisión del Alcalde de resolver el convenio Cogotas eludiendo responsabilidades y posibles indemnizaciones. Sea o no la mejor solución, Cogotas de momento es la única sobre la mesa para los meses de sequía.
No se entiende que tras un semestre ese grupo «experto» no haya pedido refrendar o vetar el convenio Cogotas –firmado– y que la primera reunión, según ha trascendido, solo sirviera para «analizar datos históricos y seguir trabajando….». Este dejar hacer y dejar pasar vislumbra más discrepancias que dudas y más dudas que certidumbres entre los vocales de una mesa acomodaticia. También y solo quizás buscan como justificar mantener el proyecto Cogotas, inerte, sine die para no dañar políticamente la abrupta decisión del Regidor de su cuestionamiento y su evidente supresión.  Justifica ese razonamiento el hecho de que en las dos reuniones habidas el propio Alcalde haya estado presente sin ser miembro nato lo que confirma el carácter inquisitorial en el resultado final de los «expertos». Además mientras siga lloviendo, como hasta ahora, carece de interés una solución definitiva para tiempos de sequía que se ven lejanos.   
Para conocer datos históricos de consumos y reservas de agua no es necesario ni una reunión, ni 14 «expertos». Además todos los jueves el portavoz municipal da la cifra de las reservas que tiene Ávila –con las lluvias de ese otoño muy positivas–. Da la sensación de que no había ningún tema, ni trabajo alguno y el contenido de la mesa se forzó para salvar el trámite ante los grupos políticos y aparentar ante la opinión pública que algo se está haciendo. Llegarán las nieves y volverá la sequía. Volveremos entonces con las cosas del agua, confiando en que no sea con el agua al cuello.