Cáritas diocesana de Ávila quiso dar las gracias a sus más de 250 voluntarios con motivo de la conmemoración del Día Internacional del Voluntariado que se celebró este pasado lunes, 5 de diciembre, porque esas personas «son verdaderos vigías de esperanza, el alma de las acciones que se llevan a cabo con los más necesitados». Acciones que, según se recuerda desde Cáritas, se realizan no sólo en Ávila capital, sino a través de todas las Cáritas parroquiales de la provincia.

En un comunicado de prensa donde se transmite el reconocimiento a su labor y se les anima a continuar por esa senda, quisieron darles las gracias «por estar ahí. Vuestra mirada siempre está atenta a lo que sucede y a todo eso que también pasa y se ve menos. Sois vigías de la realidad social, vuestra forma de ser y de hacer os hacen testigos privilegiados de una realidad que no siempre queremos ver. No os conformáis con lo que veis, sino que os comprometéis a transformarlo».

En el comunicado insistían en agradecer «vuestro compromiso, porque decís haciendo, con vuestros gestos y acciones cotidianas, y eso nos interpela y anima a denunciar los mecanismos que generan injusticia. Nos alentáis a seguir trabajando por la justicia social, a buscar los porqués del dolor y del sufrimiento de las personas más vulnerables. Seguid construyendo puentes entre la fragilidad y la orilla de las oportunidades y del bienestar».

También expresan su gratitud «por facilitar espacios de vida y acogida, de convivencia positiva, de compartir el tiempo. Dais calor a los lugares de encuentro, compartiendo con quien carece de espacios donde nutrir las relaciones sociales y los vínculos de confianza. Sois germen invisible de fraternidad por ayudarnos a comprender que la dinámica de dar y recibir es reciprocidad encarnada».

«Gracias, en definitiva, porque vuestra acción cotidiana, callada y generosa, es anuncio y esperanza de una nueva realidad que es posible y que debe seguir creciendo y ganando espacios a la injusticia y al dolor», continúan diciendo para, finalmente, animarles a que «sigáis avanzando por este camino, no exento de dificultades y desalientos. No dejéis de buscar el bien mayor cada día».