Tercer día de paros en Avilabús con retrasos y pocos usuarios

J.M.M.
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Los trabajadores creen que la empresa «no tiene mucha voluntad de llegar a un acuerdo» porque tras la última reunión las posturas «no están tan alejadas»

Tercer día de paros en Avilabús con retrasos y pocos usuarios - Foto: David Castro

Tercer día de huelga en Avilabús y la situación vivida en las jornadas de paro precedentes (lunes y miércoles de la semana pasada) se repite, con retrasos en los servicios mínimos, cada vez menos usuarios en esas franjas horarias y seguimiento de la totalidad de la plantilla.

José Antonio Sánchez Mories, delegado de personal del Sindicato Libre de Transporte, destacó, un día más, el respaldo masivo de los trabajadores, y aseguró que «en eso no ha habido dudas, ni las hemos tenido en ningún momento, aunque la empresa a lo mejor creería que podíamos ir flojeando», y precisó que «todos estamos cada vez más concienciados de que o estamos unidos y reivindicamos o vamos más para atrás, como ha pasado estos últimos diez años».

En cuanto al desarrollo de los servicios mínimos, señaló que fueron, al menos en el turno de mañana, «con bastante retraso y con muy poquitos usuarios en las paradas», y recalcó que «cada vez lo va conociendo más la gente y no espera en la parada para coger el autobús».

Sánchez Mories insistió en que a lo largo del fin de semana no se ha vuelto a producir ningún contacto entre la empresa y los trabajadores para retomar las negociaciones tras la infructuosa reunión del viernes y, aseguró que «la reunión del viernes no fue para desconvocar los paros y tratar de llegar a un acuerdo». Así, señaló que la empresa envió a dos personas a esa reunión, una de ellas estaba en Cataluña, «la que más peso tenía, y salió un momento de otra reunión, se conectó on line con nosotros cinco minutos, y nos hizo una propuesta, que no fue una propuesta sino una imposición». De esta forma, según Sánchez Mories, les presentó la propuesta de un incremento de un 8 por ciento en el salario en tres años (un 3% en 2022; un 2'5 % en 2023 y reducción de una jornada; y un 2,5% en 2024 y reducción de una jornada) y les indicó que «esto es lo que hay, ésta es nuestra última y única propuesta, si la aceptáis bien y si no yo estoy en otra reunión en Cataluña». Ante esta situación, insistió, «cualquiera piensa que no tienen mucha voluntad de llegar a un acuerdo, porque si no podía el viernes, nos podíamos haber reunido el sábado u otro día, pero no pueden convocarnos para atendernos en diez minutos». 

Sánchez Mories recalcó que «la empresa está muy cómoda aguantando los paros y el Ayuntamiento no debe de estar mediando, porque viendo los daños que se están causando a los usuarios debería de moverse de alguna manera».

El representante de los trabajadores recordó que su última propuesta era una subida salarial de un 5,5% este año y una reducción de 36 horas en la jornada laboral anual, por lo que considera que las distancias entre ambas partes «no están tan alejadas» y considera que «es ganas de llegar a un acuerdo, porque se podría hacer, pero la empresa nos llega con una imposición, como en las reuniones anteriores o el día del Serla… y si lo quieres bien y si no nada», sin abrir la puerta a que se entable una negociación. 

Concentración. Al margen de estos paros, que se mantendrán los lunes y miércoles de 7,00 a 10,00 horas y de 16,00 a 19,00 horas hasta finales de mes, y a partir del día 30 de mayo de forma indefinida en el mismo horario, los trabajadores, que aseguran que se sienten con fuerza para continuar con la huelga, han solicitado los permisos correspondientes para celebrar una nueva concentración el próximo viernes por la mañana en el Mercado Chico, a la puerta del Ayuntamiento. El pasado lunes, el día que comenzó la huelga para los empleados de Avilabús, ya tuvieron oportunidad de expresar sus reivindicaciones ante la Casa Consistorial, donde concluyó una manifestación que les llevó por la tarde desde la plaza de la Santa Ana hasta el Mercado Chico por las principales calles del centro de la ciudad.

En cuanto a los paros de este lunes, un día más, durante las horas de los mismos los trabajadores del servicio de transporte urbano se subieron a los autobuses que prestaban los servicios mínimos para acompañar a sus compañeros en sus rutas y exponer a los «pocos viajeros» el motivo de esta situación.