Ignacio Fernández

Ignacio Fernández

Periodista


Gallardo

13/10/2022

La esotérica intervención de García-Gallardo en el Comité de las Regiones reunido estos días para debatir sobre el Cambio Climático, suscita una duda existencial: ¿en calidad de qué interviene, como vicepresidente de la Junta o como cualificado militante de VOX? Y más en concreto, ¿quién le ha pagado el billete de avión a Bruselas y el hotel: el partido al que pertenece o los ciudadanos de la Comunidad?

De ser su representación institucional, como parece, convendría recordarle que actúa en este órgano europeo en nombre de una Comunidad diversa y ni siquiera como actuante de un gobierno. Si fuera eurodiputado podría expresar con libertad las opiniones de su formación política. Pero García-Gallardo está a sueldo de la Comunidad y tiene obligación de ser más ecuménico cuando la representa (ayer en un minuto destrozó la agenda verde de la Unión, habló de «fanatismo climático» y contrapuso carriles bici contra el reto demográfico).

Muchos paisanos consideran que el medio ambiente debe ser respetado, que se necesitan más carriles bici en las ciudades, que el cambio climático no es inevitable y a la vez que piensan eso consideran también que es preciso fomentar la natalidad mediante incentivos de todo tipo y crear un clima propicio para que se estabilicen las familias y pueda crecer la población. Y esos ciudadanos no son frentistas, están en posiciones moderadas y merecen respeto (y también han contribuido a pagar el avión a Bruselas del vicepresidente).

No podemos perderle el respeto a la representación institucional, ni siquiera en esta zarabanda de extremos en que se ha convertido la política regional. Suponiendo que el Comité de las Regiones sirva para algo, no podemos convertirlo en el púlpito para sermonear a favor de los seguidores del twitter ni las salas de edición de video. Hay que mantener el nivel.