Editorial

La fuerza industrial de Arévalo debe tener eco en la capital

Diario de Ávila
-

Los proyectos de desarrollo industrial están fortaleciendo a Arévalo, y también a toda una comarca a la que esa bonanza está ayudando y mucho a mantenerse viva

La fortaleza industrial de la ciudad de Arévalo lleva muchos años acrecentándose a un ritmo constante, gracias al crecimiento de proyectos con una larga vida y excelente salud y a la llegada de otros nuevos, tanto que la capital de la Moraña, uno de los pocos municipios que está creciendo en los últimos años, se perfila como la principal localidad industrial de la provincia, por encima incluso de la capital.

A firmas ya consolidadas como Plastic Omnium y Mars, con muchos años de presencia en Arévalo, están a punto de sumarse otras como Alumisel (que ya tiene su nave construida) y Bioxitol (dedicada a fabricar edulcorantes naturales), una continuidad de lo ya existente que se acompaña de un efecto llamada atractivo para lo nuevo que, como todo lo que ocurre en la vida, no es fruto de la casualidad.

Disponer de suelo industrial en cantidad y a buen precio, que además está situado al lado de una autovía y de la vía del ferrocarril, son las tres bases fundamentales de ese proyecto de desarrollo industrial que tanto está fortaleciendo a la ciudad de Arévalo –y con ella a toda una comarca a la que esa bonanza económica está ayudando y mucho a mantenerse viva, y también a otras zonas de la provincia, entre ellas la capital–, a las que habría que sumar el trabajo decidido y acertado del Ayuntamiento y el apoyo que en esa labor está encontrando en la Junta de Castilla y León.

Arévalo mira al futuro hoy con más optimismo que ayer, porque tiene motivos para hacerlo al ver que su polígono industrial crece, y con él el número de empleos que existirán (que es lo mismo que decir que la ciudad gana vida en todos los sentidos), algo que no puede decirse de la capital abulense.

Y teniendo claro que el crecimiento de Arévalo no perjudica para nada, antes al contrario, a la capital, y que por tanto hay que felicitarse mucho de él, no hay que perder de vista que hay que redoblar con urgencia los esfuerzos por parte de quienes tienen responsabilidad en el desarrollo industrial para que esta ciudad, tan perjudicada en las últimas décadas, pueda revertir esa situación que pinta ahora mismo en rojo.

Poco puede hacer el Ayuntamiento, por mucho que lo intente, si no cuenta con el compromiso decidido de la Junta de Castilla y León y del Gobierno central para que la capital abulense despierte el interés de las empresas que están buscando un lugar en el que asentarse. Suelo tenemos, y parece que a buen precio y con todas las dotaciones que se precisan, pero mientras siga pesando sobre la ciudad el doble castigo de la pérdida de calidad y de cantidad del servicio ferroviario y de la eternización de la autopista que ya debería ser autovía, ese objetivo será mucho más difícil.

Sabiendo el problema, dicen quienes de esto entienden, la solución está más cerca… sólo falta la voluntad política de apostar por ello, y ahí es donde falta el compromiso que nos merecemos.