La Soledad se apodera de las calles de Ávila repletas de gente

Mayte Rodríguez
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La procesión del Sábado Santo escenificó el dolor de la Madre ante la Muerte del Hijo con la Cofradía de La Soledad vestida de luto acompañando las dos tallas que desfilaron, en la que la presencia de hombres todavía es muy testimonial

La Soledad se apodera de las calles de Ávila repletas de gente - Foto: David Castro

El luto por la muerte de Cristo se apoderó del centro de Ávila en la tarde del Sábado Santo, envolviendo sus calles, un día más repletas de público, con la desolación y la tristeza infinita de la Madre en un momento tan desgarrador.   Nuestra Señora de la Soledad, la preciosa talla del año 1958, que da nombre a esta cofradía da sentido a una procesión cuyo ambiente fúnebre contrastaba con el sol radiante que dominaba el cielo limpio y azul de la primavera abulense. 

De negro riguroso, tocadas con peineta y mantilla española y portando una vela, las mujeres de la Cofradía de la Soledad fueron saliendo a paso lento de la iglesia de San Pedro Apóstol. Todavía es muy testimonial la presencia de hombres que dio lugar al cambio de nombre de la misma -antes Damas de La Soledad- después de la modificación  de los estatutos que se produjo en marzo de 2019, que la convirtió en mixta después de sesenta años siendo sólo femenina. Sin embargo, este sábado  ya se vio a un varón procesionando con traje negro, camisa blanca y la cruz de madera al cuello que también portaban ellas, como manda la indumentaria oficial. La reciente apertura de la Cofradía de la Soledad a los hombres también fue visibilizada con la presencia de dos niños que, junto a varias niñas, desfilaron en la cabeza de la procesión, justo después del estandarte, portando varios elementos de la simbología de la muerte de Cristo. Entre ellos, la escalera utilizada para descender el cuerpo de Jesús de la cruz y el paño con el que la Verónica enjugó el sudor de su rostro, aunque tampoco faltaron, portados por otros penitentes, la corona de espinas, los clavos de la crucifixión, los dados  con los que los soldados romanos echaron a suerte las vestiduras de Jesús o la caña con la esponja con la que la hiel y el vinagre fueron ofrecidos a Jesús crucificado.

 Varios miembros de la Hermandad Universitaria del Santísimo Cristo de los Estudiantes y María Santísima Sede de la Sabiduría, que también tiene su sede en la iglesia de San Pedro Apóstol, abrían la comitiva procesional, seguida de una representación de todas las cofradías y hermandades de la Semana Santa de Ávila. 

La Soledad se apodera de las calles de Ávila repletas de genteLa Soledad se apodera de las calles de Ávila repletas de gente - Foto: David CastroUn primer grupo de cofrades precedido por los citados niños y niñas seguido por otro de mujeres precedía a la Santa Cruz desnuda, única talla que desfila en la procesión del Sábado Santo junto a Nuestra Señora de la Soledad, que lo hizo acompañada por un segundo grupo de cofrades en fila de a dos. Entre una y otra talla, la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo Amarrado a la Columna de Ávila, que brindó el solemne acompañamiento musical mientras cientos de personas contemplaban el paso de la comitiva.

La Soledad se apodera de las calles de Ávila repletas de gente
La Soledad se apodera de las calles de Ávila repletas de gente - Foto: David Castro
Como es tradición,  se hizo una oración ante la imagen del Santísimo Cristo de los Ajusticiados al llegar a la ermita del Humilladero. Ataviadas con hábito en blanco y negro y encapuchadas, siete mujeres volvieron a portar en sus manos los estandartes con la representación gráfica de los dolores de la Virgen María, cerrando así la procesión, que fue recorriendo distintas calles, tanto en el interior como en el exterior del recinto amurallado.