Todos recordamos aquel marzo de 2020. El encierro en casa, el miedo, la incertidumbre, la tristeza de los informativos... Sentimientos que cada uno afrontó de la mejor manera que pudo.Algunos, en compañía. Otros, volcados en el teletrabajo. Pero hubo mucha gente que en cuestión de horas se encontró sumida en una profunda soledad. Como muchos mayores.Condenados a no poder salir de casa, aquellos que vivían solos se vieron abocados a situaciones dolorosas, necesitados de un acompañamiento que, pronto, llegó gracias a 'No estás solo. Ávila contigo'.

Éste es el nombre que los responsables del Área de Mayores del Ayuntamiento de la capital dieron al Plan de Detección y Atención a las Personas Mayores en Soledad, puesto en marcha entonces pero que no ha dejado de actuar y que hasta la fecha ha prestado ayuda a más de 2.500 personas.

La cifra la facilita a Diario de Ávila Ana Sánchez, técnico municipal y principal responsable de una iniciativa que, sin duda, ha sido para muchos de nuestros mayores un 'salvavidas' durante un tiempo convulso y de incertidumbre.

El Plan de Mayores ya contaba en 2020 con un Plan de Envejecimiento Activo que, en cierta medida, fue el germen de Plan de Detección y Atención a las Personas Mayores en Soledad. «Cuando nos confinaron, lo que hicimos fue llamar a todos nuestros usuarios, unos 400», nos explica Ana, que recuerda cómo en aquel momento vieron que las personas que acudían a las clases de Envejecimiento Activo afrontaban de mejor manera la complicada situación. «Fue increíble, porque eso demostró la eficacia de los programas de prevención», recuerda la técnico municipal, que pudo comprobar entonces mejor que nunca cómo los mayores tenían instauradas las rutinas con las que tanto se trabajaba en ese plan.

«Pensamos que había que hacer algo para identificar qué emociones estaban sintiendo», prosigue, «y les pedimos que escribieran una carta reflejando las emociones que sentían».

En muchas de esas cartas descubrieron que había muchas mujeres que reconocían no sentirse solas gracias al servicio de acompañamiento telefónico que también entonces se puso en marcha. Pero era tal la demanda que los responsables del servicio de mayores vieron claro que necesitaban ayuda para poder sacarlo adelante.

Fue entonces cuando Ana echó mano de las protagonistas de ese 'envejecimiento exitoso' y creó un grupo de diez mujeres. Nacía entonces la red 'Tejiendo emociones', que ahora, si bien su servicio ha variado dada la evolución positiva de la pandemia, cuenta con 150 personas en ella.

«Buscábamos que la gente recuperara sus rutinas y que activara su proyecto de vida, que paliaran su soledad», reflexiona Ana, que define aquel proyecto como «un trabajo muy bonito» que a día de hoy sigue dando sus frutos, ahora sin la necesidad de tener que hacerlo de manera telefónica.

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