El Adolfo Suárez necesita algo más

A.S.G.
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Venció pero no conveció un Real Ávila que sigue invicto, que sigue sumando pero no termina de encontrar su mejor versión de juego. «Debemos buscar el equilibrio. Con resultados y sensaciones, llegará»

Adeva, en una acción de partido ante el Palencia. - Foto: I.G.

Tres puntos más, invictos y metidos en el grupo de cabeza. A nivel de clasificación poco más se le podría pedir a un Real Ávila que cumple en lo estricto. Salvo el empate ante el Unami, los encarnados están respondiendo. Un borrón lo puede tener cualquiera. Que se lo digan al Salamanca UDS, construido para mandar desde la primera jornada pero que ya ha cedido más de lo que todos esperaban. Sin embargo en ocasiones con cumplir no vale. No al menos en el Adolfo Suárez, en casa, ante los tuyos, donde hay que vencer y convencer. Se caminó en el alambre ante el Atlético Astorga y la Ponferradina B, pero el subidón final de la remontada y el calentón de una tarde de goles sirvió para obviarlo todo. Ante el Palencia y sin 'arrebato' final la sensación fue otra. Se ganó, se celebró el triunfo pero con sensaciones contrapuestas. «No ha sido la mañana más vistosa» reconocía Adeva, autor del gol y protagonista de uno de los pocos, poquísimos remates a puerta de un equipo que sigue sin encontrar ese fútbol que convezca más allá de los números. No lo oculta Borja Rubiato. «He visto a la gente muy atenazada con el balón» señalaba tras lo visto. «No hemos hecho un buen partido».  Se vio desde la banda como se vio desde la grada. Algún murmullo ante las constantes pérdidas, algún sonido de desaprobación ante ciertas decisiones. Porque ante los palentinos, el partido fue malo, aunque el resultado y los tres puntos fueran muy buenos.

Comenzó el Real Ávila la temporada firmando con 10 goles en cuatro partidos. La cifra ofensiva era convincente, pero no la defensiva. Nueve goles en contra. El partido ante el Unami llevó entonces a una reflexión. Había que defender mejor, dejar la portería a cero. Dicho y hecho. Ante el Mirandés B y Palencia el equipo mantuvo su portería impoluta. Ayudó Ñete, desde su paso por La Albuera protagonista bajo palos. «Dejar la portería a cero es consecuencia de hacer muchas cosas bien» deja claro Rubiato.

Pero en el camino hacia la portería a cero el equipo parece haber hecho un mal 'trueque'. En dos partidos, sólo un gol. Bien es cierto que no está Ivi, pero no sería buena idea reducirlo a ello.  Ante el Palencia, apenas un par de remates, apenas un par de escaramuzas de Javi de Mesa o Alberto Martín para probar a sus laterales. Cuando lo hicieron se marcharon, pero apenas lo intentaron. Fue eficaz Adeva. Un remate, un gol. «Por potenciar una cosa no hay que dejar otra» considera el técnico encarnado, que descarta una relación directa entre el mayor trabajo defensivo y el menor despliegue ofensivo. Confía en que llegue el equilibrio. «Es cuestión de tiempo. Tenemos que buscar el equilibrio porque con poco que hacemos en ataque generamos mucho peligro. Creo que con los resultados y las sensaciones todo irá apareciendo». Aparecerá, porque hay jugadores para ello, pero cuanto antes, mejor.