La mitad de los hoteles, cerrados por falta de clientes

I.Camarero Jiménez
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Desde Confae reiteran que el turismo rural pasa por un buen momento pero la hostelería y el comercio de la ciudad no siguen esa estela

La mitad de los hoteles, cerradoss por falta de clientes

El turismo rural atraviesa, sin duda, un buen momento, raro es el día que no se reciben decenas de llamadas para reservar en alguno de los establecimientos de Ávila. Ésa es la buena noticia porque la gente, cuando aún estamos sumidos en la crisis de la covid-19, lo que busca es la intimidad de un alojamiento rural, la escasa interactuación que hay en las zonas en las que estos se ubican y el disfrute con la familia. Otra cosa es lo que está pasando en la capital donde hay establecimientos que ya han echado el cierre y otros que no abren porque sencillamente no les sale rentable. Será así hasta que no se reactive la llegada de gente de fuera porque «con el mercado interior no tiramos. De momento la radiografía es mala, en blanco y negro hay empresarios que no pueden tirar». Son conclusiones que se extraen de las comparecencias del presidente de Confae y del vicepresidente de la Federación de Hostelería, es decir de Juan Saborido y de Fernando José Alfayate en un acto que tuvo lugar este martes en la Delegación de la Junta de Castilla y León. En el caso de los hoteles la situación empeora por la falta de clientes «sobre todo cuanto más grande es el hotel», decía Alfayate, quien informaba de que aproximadamente «la mitad no había abierto aún sus puertas» y auguraba un futuro «bastante fastidiado porque a causa de los rebrotes se están anulando las reservas» en los hoteles de la capital; por otra parte, el descenso de la clientela en hostelería (restaurantes y bares) lo cifraba en torno al 58% (algo menos en barrios anexionados o en los pueblos). Con este panorama de incertidumbre y pérdida de clientela en comercio y hostelería es difícil abrir un negocio porque el mero hecho de hacerlo «cuesta muchísimo dinero», explicaba Saborido, quien apostaba por «no echar la culpa a nadie porque esto es una enfermedad que nos ha venido». Las declaraciones las hacían en la sede de la Delegación de la Junta de Castilla y León en Ávila,  lugar al que acudieron en la mañana del martes para recibir la cartelería que les aporta la Administración Regional con consejos higiénico sanitarios para paliar los contagios con motivo de la covid-19. Precisamente en ese marco Saborido agradecía al delegado de la Junta su predisposición para con estas actividades económicas, sobre todo el comercio y la hostelería, por el comportamiento durante la crisis del coronavirus desde el momento en que los negocios tuvieron que aplicar los ERTEs por la imposibilidad de permanecer abiertos y aseguró el presidente de Confae que en este periodo mantuvo hilo directo con el delegado de la Junta, José Francisco Hernández Herrero. Hizo memoria de lo acontecido desde mediado marzo y recordó también la disposición de los empresarios que hicieron entrega de mascarillas a la Junta cuando éstas eran difíciles de conseguir y hacían falta, entre otros, para los sanitarios, después decía Saborido el favor volvió «con creces» y el delegado les entregó 17.000 mascarillas.

Agradecido con la Junta no lo están tanto en el seno de Confae con «otras administraciones». Preguntado por cuáles no dudó en decir que el Ayuntamiento de Ávila no les estaba ayudando pese a haberlo pedido «no colabora y no es una crítica, es una realidad». 

De lo apuntado en la Mesa de Comercio o de Turismo al respecto de cómo podían ayudarles no hay señal alguna, decía Saborido: «No se ha desarrollado ninguna de las medidas y estamos ya a mitad de julio, dentro de poco nos metemos en vacaciones y llega septiembre y no vemos ninguna de las medidas que pedíamos para ya, no nos han vuelto a llamar». Al mismo tiempo Saborido criticaba el cobro del IBI, «aunque sea dos meses después» y por supuesto un cobro que llega con la pertinente subida del impuesto este año. «El empresario necesita que se le ayude y no que ahora se le atosigue a impuestos»-

Todas las declaraciones se produjeron en el acto en el que se presentaba precisamente esa campaña específica con medidas higiénico sanitarias en hostelería y comercio. Para el delegado de la Junta este gesto era importante en un sector en el que «somos líderes como es el turismo rural» o en la restauración en Ávila, ciudad Patrimonio de la Humanidad. Básicamente, cuanta más seguridad, mejor.

«Todos hemos hecho un esfuerzo para reactivar la economía -decía-, pero sobre todo el sector privado y más porque han sido múltiples las dificultades que hemos tenido». Para el delegado era importante la colaboración estrecha con estos empresarios para evitar la propagación del virus y alababa la responsabilidad demostrada por ellos y por los abulenses -ya que somos de los que menos nos saltamos la recomendación de llevar mascarilla a nivel de España- y de los que decía, «el comportamiento es ejemplar».

«A estos establecimientos decía se puede acudir con plenas garantías gracias a la responsabilidad de los empresarios». Empresarios que según Saborido, en estos tiempos de pandemia se han convertido en «vigilantes de la normativa en sus propios comercios porque somos los más interesados en ello y porque no queremos desactivar el protocolo frente a la covid-19. Estamos siempre dispuestos a colaborar».

Los carteles están plastificados para desinfectarlos y reutilizarlos en ellos se informa de la conveniencia del uso de la mascarilla o se alerta de que si hay síntomas no usen los servicios de hostelería, se informa de que hay hidrogeles en el establecimiento y de que no habrá disponibles artículos que pudieran compartirse (saleros, servilletas, etcétera) además de dar traslado a las recomendaciones de las diferentes administraciones. Acudir sí, pero con seguridad y además llamaba a gastar dinero en estos locales para que el turismo y el comercio puedan seguir aportando a la economía del país. 

Recordaba además a la Confae las líneas de ayuda económica y les animaba a usarlas en aras de la recuperación.