Reforestación de 55 hectáreas quemadas en Iruelas en 2019

I.Camarero Jiménez
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Se está procediendo en colaboración público-privada a replantar especies, en su mayoría pinos silvestres y abedules

Reforestación de 55 hectáreas quemadas en Iruelas en 2019

Hace tres años, en verano de 2019 los propietarios de la mancomunidad Asocio y de uno de los montes públicos de Sotillo de la Adrada vieron perecer pasto de las llamas decenas de hectáreas de su espectacular paisaje.¿La causa? El rayo de una tormenta seca, recordaba este jueves el regidor sotillano, Juan Pablo Martín. 

Ahora, toda vez apagado el fuego y preparado el terreno asisten desde luego él y otros afectados con otro ánimo a la reforestación de parte de los terrenos afectados. Este jueves representandes de la Junta de Castilla y León y de las entidades afectadas acudían al Valle de Iruelas a ser testigos de esas plantaciones. Por delante y en virtud de dos convenios  «vanguardistas», tal y como los definía el delegado territorial de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández, se recuperarán, con la pertinente plantación de especies perdidas alrededor de 55 hectáreas de dos montes públicos. 

Algunas labores de reforestación  ya se han llevado a cabo y ya lucen en su mayoría los pinos silvestres y abedules que antaño tuvieron y que ahora deberán arraigar y crecer, queda camino por delante y se irá acometiendo, pero los logros ya se van viendo.

La empresa Bosques Sostenibles es la que, como decíamos, de una forma pionera, vanguardista, lo está llevando a cabo y no hay coste para la administración. Ahora bien, tal y como explican, no es que aquella lo haga por amor al arte y sin llevarse nada a cambio ya que lo que hace es comprar a los ayuntamientos los derechos de fijación de carbono que generan esos árboles que se replantan durante 40 años para después venderlo a empresas para «compensar» la contaminación que éstas generan. 

De algún modo se pone en valor y así lo destacaba el alcalde de Sotillo de la Adrada, Juan Pablo Martín, otros recursos que genera nuestra privilegiada naturaleza pues a la actividad maderera, cinegética o micológica se une ahora esa riqueza que generan el propio paisaje y los árboles que ahora regresan al terreno que hace tres años se quemó. 

El grueso de las 55 hectáreas que acogen los convenios, 30 concretamente ya se limpiaron, se prepararon para la reforestación y han acogido las plantaciones; el resto se irá haciendo paulatinamente y culminará en otra plantación el año próximo.

De estas acciones que fueron testigos afectados, técnicos medioambientales y el propio delegado territorial suponen en palabras de este último toda una «satisfacción». De ello y de los convenios se beneficiarán «el conjunto del planeta pero especialmente los ciudadanos abulenses». Por todo ello quiso agradecer a los técnicos de medio ambiente pero también a los responsables municipales su labor y esfuerzo pues no son meros observadores, como tampoco lo fueron durante el devastador incendio de aquel 2019. Ahora lo importante es «recuperar el terreno y reforestar»  y en este caso se está haciendo en una colaboración público privada. Pues si bien una empresa la lleva a cabo el resto ha de supervisar para que sea lo respetuosa que debe de ser una labor de este calibre.

En cualquier caso, desde la mancomunidad Asocio, su presidente José Antonio Ramos quiso poner en valor «la celeridad» con que se está acometiendo esta reforestación, que entiende que se está haciendo a un ritmo adecuado.