Editorial

Fondos de recuperación que exigen redoblar esfuerzos

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El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno está comenzando a habilitar los conocidos como fondos Next Generation, una importante dotación económica procedente de fondos europeos en la que muchas administraciones públicas, y también empresas, tienen depositadas todas sus esperanzas para hacer frente a las dificultades que se han planteado tras sufrir una pandemia mundial que ha ralentizado a todos los sectores económicos. 

El Ayuntamiento de Ávila es una de esas administraciones, y son diferentes las líneas a las que están optando para lograr acometer proyectos que son muy necesarios para la ciudad. Muchos de ellos que vienen del pasado y se quiere aprovechar esta oportunidad para poderlos acometer de una vez por todas; otros son nuevos y ahora se encuentran vías de financiación que los pueden hacer realidad. Para algunos de esos proyectos ya se ha conseguido financiación, en otros se está a la espera, también se están elaborando proyectos para optar a otras líneas que se irán habilitando en los próximos meses y años. Son muchas las esperanzas que están depositadas en estos fondos, no solo en Ávila, en muchos lugares de este país, y aunque la tarta es grande, también son muchas las demandas y seguro que no habrá pastel para repartir entre todos, o al menos para llegar a todo lo que se pretende, por lo que fiar todo a esta posibilidad puede que al final no dé los frutos apetecidos. 

Por este motivo, y aunque indudablemente hay que centrar buena parte de los esfuerzos para confeccionar proyectos que sean capaces de ganarse la confianza de los diferentes ministerios que van a ser los encargados de distribuir esos fondos, es necesario no perder de vista otras fuentes de financiación para lograr reactivar a una ciudad que ha sufrido muy duramente los efectos de la pandemia. Estamos en un momento crucial para el devenir de Ávila, con muchos retos pendientes que no acaban de consolidarse, y a los que se debe dar una solución más pronto que tarde. Es fundamental que se reactiven proyectos de infraestructuras tanto ferroviarias como por carretera, para lograr dar respuesta a esas taras de la comunicación que se padecen. Y es imprescindible contar con un modelo de ciudad claro hacia el que avanzar, y en ese sentido hay dudas que disipar. Hay que confiar que a medida que se va superando la pandemia se van a poder encauzar proyectos que no se han podido acometer en los últimos dos años, aunque una nueva crisis que ha derivado en un encarecimiento energético desproporcionado vuelve a ensombrecer el panorama. Aún así, no queda más que tener claros los objetivos que se persiguen y aprovechar las oportunidades para acometerlos, pero teniendo en cuenta que no se regalará nada y habrá que trabajar para presentar las mejores opciones y acudir al lugar idóneo para sacar los mejores réditos. Y dejando al lado esfuerzos baldíos que solo sirven para maquillar y no centran la tarea en aquello que puede dar realmente frutos.