Los abulenses siguen presentando propuestas a los presupuestos participativos a pesar de que el propio Ayuntamiento de Ávila continúa lanzando nuevas convocatorias sin haber cumplido los compromisos adquiridos con los ciudadanos en las anteriores. Si bien es cierto que se trata de una herramienta de participación ciudadana consolidada en otras ciudades por haber resultado válida y creíble, también lo es que esta premisa radica precisamente en que los proyectos que resultaron elegidos fueron materializándose, cosa que en el caso de la capital abulense sólo ha ocurrido en una ocasión a pesar de que ya son cuatro las ediciones en las que el Consistorio ha convocado a los ciudadanos a que sean ellos quienes propongan proyectos de interés social a los que destinar fondos públicos. La última convocatoria está aún abierta y en fase de análisis de los proyectos presentados por parte de los técnicos municipales.
A las tres ya completadas la ciudadanía presentó 37 propuestas que cumplían los requisitos, que a lo largo de las sucesivas convocatorias recibieron un total de 2.415 votos, según la información facilitada a esta Redacción por el Ayuntamiento de Ávila. De esos datos se desprende también que entre la primera convocatoria -la de 2017, con 509 votos- a la última -la de 2020, con 1.190 sufragios- los abulenses han duplicado los votos emitidos, lo que significa que el interés por participar ha ido en aumento a pesar del poco empeño que la Administración local ha puesto en cumplir su compromiso materializando las iniciativas que más respaldo ciudadano recibieron en forma de votos.
Fue en la última legislatura en la que el Partido Popular gobernó el Ayuntamiento de Ávila cuando se implantó esta herramienta de participación ciudadana. En concreto, la primera convocatoria fue la del año 2017 después de que el año anterior se hiciera una prueba piloto para testar el interés de la población por esta fórmula. Una vez comprobado que resultaba factible, se estableció destinar medio millón de euros -el 10% del presupuesto del Ayuntamiento de Ávila reservado a inversiones- a la ejecución de los proyectos que resultaran elegidos, una selección final que correría a cargo de los grupos políticos con representación municipal y que, después, serían votados por los ciudadanos.
Cuatro convocatorias después ha habido varios cambios significativos en las bases que rigen su funcionamiento pero el resultado es el mismo: solo se ha materializado uno de los proyectos propuestos por la ciudadanía que más votos recibió. En concreto, la remodelación de la plaza del Teniente Arévalo, una de las cuatro propuestas finalistas a la primera edición de los presupuestos participativos. De hecho, el proyecto lo dejó encaminado el PP en sus últimos meses de gobierno municipal, aunque la reforma de ese espacio vio la luz ya con Por Ávila al frente del Ayuntamiento.
En aquella primera convocatoria de los presupuestos participacipativos, los abulenses presentaron catorce propuestas, de las que cuatro resultaron finalistas: la construcción de una bolera; un carril bici en la zona sur; la mencionada rehabilitación de la plaza Teniente Arévalo y la creación de una casa municipal junto consultorio en Narrillos de San Leonardo. De ellos sólo el ya citado acabó llevándose a la práctica.
El resto debió quedar guardado en un cajón, aunque los ciudadanos no se han olvidado porque en las siguientes convocatorias de los presupuestos participativos volvieron a plantear, por ejemplo, la necesidad de un carril bici en la zona sur. De hecho, vuelve a estar entre las 24 propuestas ciudadanas presentadas a la convocatoria correspondiente al año 2022 que, como principal novedad, deben ceñirse al ámbito deportivo y centrarse en la creación de nuevas instalaciones. Si repasamos los proyectos de las tres convocatorias concluidas, la mejora de las instalaciones municipales de los barrios anexionados es una propuesta constante en los presupuestos participativos, aunque hasta ahora sin éxito.
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