Ha sido otro año más al frente de la Cultural Deportiva Cebrereña y ya van once temporadas (2011-12) desde que llegara a El Mancho Ángel Sastre para hacerse cargo del equipo. Pocos entrenadores quedan, no sólo en el fútbol castellano y leonés sino incluso más lejos, capaces de acreditar en estos momentos una longevidad similar en un banquillo. Y que haya otra temporada al frente del equipo culturalista parece fácil. «Me lo tengo que pensar».Siempre se lo piensa Pepe García.Con la temporada ya terminada es el momento de hacer balance pero la realidad es que el técnico abulense ha terminado con ganas. Bien es cierto que el curso, sobre el césped, puede haberse cerrado con un cierto «sentimiento de rabia» por no haber conseguido esa clasificación que tanto deseaban para la fase de ascenso a Tercera.No menos regusto amargo dejó la grave lesión de David Terleira. «Lo cambiaría todo porque no hubiera ocurrido lo que ocurrió. Hubiera firmado quedar más abajo y que estuviera sano».Pero la temporada 2021-22 ha dejado un sentimiento quizás más importante que cualquier resultado sobre el césped, el de «unidad y pertenencia» del vestuario. «He terminado con mucha ilusión». Y no hay mejor empujó que la ilusión para seguir otro año más.

Ha cerrado el año Pepe García con una sonrisa. «La gestión de un vestuario nunca es sencilla, pero la unidad dentro del mismo ha sido tremenda. Hemos llegado hasta el final todos unidos» remarca. «En las buenas es muy fácil estar juntos, pero cuando ves que no terminas de engancharte... Y sin embargo hemos llegado hasta el final todos de la mano». Se ha fortalecido el vestuario. «El sentimiento de pertenencia es espectacular y eso te hace ver que se han hecho muchas cosas bien durante el año».

Han dado un paso adelante todos en una temporada que comenzaba con cambios importantes, empezando por la salida de los dos centrales titulares de la última década –Ruba y Juanma– que les llevó a reinventarse. Aparecieron nombres como los de Titi, Fer Gordo, Dani,Manu o Pakato, entre otros, se unieron viejos conocidos como Súper o Juankar y no faltaron los de 'siempre', los DaniTerleira, Chino Zapatera, DiegoPérez,Perdi... «Han sido muchas cosas positivas».

Está claro que el día a día en el banquillo desgasta. «El desgaste mental de un entrenador siempre está ahí pero este año incluso me daba pena que se terminara.He terminado muy ilusionado con este grupo y eso hace que, a futuro, se haga fácil tomar una decisión» avanza.

Por primera vez la Cebrereña se enfrentó al Grupo B. La necesidad de cuadrar equipos –17 en cada uno– llevó a la RFCYLFa tomar la decisión de mover de grupo tanto a la Cebrereña como Atlético Candeleda de manera excepcional.Menos kilómetros –se medían a equipos de Salamanca, Zamora,León y Valladolid–, campos y equipos desconocidos. «A nivel formativo ha sido una buena experiencia. Nos hemos encontrado con equipos muy buenos, muy bien estructurados, con unas infraestructuras de otra categoría. Hemos conocido otros rivales muy fuertes».

Y contra esos rivales pelearon todo el años estuvieron a un paso de la fase de playoffs pero un par de malos resultados en el momento menos indicado les cortó las alas. «Es un sentimiento de rabia, de impotencia. Hemos estado hasta el tramo final con opciones tras encadenar varias victorias seguidas, pero fuimos incapaces de ganar en casa al Betis y el día de La Bañeza nos penalizó mucho quedarnos con nueve en un partido en el que teníamos opciones. Esos dos partidos nos lastraron bastantes. Para otro equipo hubiera sido suficiente haber quedado quinto pero nosotros tenemos rabia de haber querido más.Es el sentimiento que ha quedado en el grupo». Y desde ese quieren más, ya se piensa en la 2022-23.