"En el mundo de la investigación cada proyecto te enriquece"

E.C.B
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Ángela García Solaesa trabaja desde julio de 2020 como docente y como investigadora de la UCAV a través del Grupo AISA en proyectos enfocados al aprovechamiento de subproductos, alimentos funcionales y elaboración de productos

"En el mundo de la investigación cada proyecto te enriquece" - Foto: David Castro

Los avances científicos y técnicos permiten hoy producir alimentos de mayor calidad que se adaptan mejor a las necesidades de los consumidores. Y detrás de esas investigaciones encontramos a personas como Ángela García Solaesa, que desde el año 2020 trabaja como docente, en el Grado en Nutrición Humana y Dietética, e investigadora del Grupo Abordaje Integral de la Salud (AISA), de la Universidad Católica de Ávila.

Nacida en Soria en 1986, realizó los primeros estudios en el colegio Sagrado Corazón de su ciudad, y después decidió irse a Madrid a estudiar la Diplomatura en Nutrición Humana y Dietética en la Universidad Complutense. «Siempre he sido de ciencias y me ha atraído mucho el ámbito de la salud, pero soy un poco aprensiva con la sangre y carreras como Enfermería o Medicina no las contemplaba. Desde que descubrí que existía la carrera de Nutrición Humana y Dietética tuve bastante claro que era lo que quería hacer, me resultó muy interesante y quería formarme en ello», explica García Solaesa, quien reconoce que al terminar estos estudios, «como vi que iba a ser complicado trabajar como nutricionista en un hospital, decidí seguir estudiando y encaminar mi carrera hacia la Tecnología Alimentaria», concretamente estudiando la Licenciatura en Ciencia y Tecnología de los Alimentos en la Universidad Autónoma de Madrid, porque «también me gustaba mucho la parte del análisis y procesado de los alimentos», pero «de nuevo no veía claro hacía dónde enfocar mi vida profesional y decidí irme a Burgos a hacer un Máster en Seguridad y Biotecnología Alimentarias».

Estando allí consiguió una beca de colaboración para investigación. Después se fue de Erasmus a hacer la tesis de Máster a la Universidad de Gante, y es cuando le ofrecieron volver a la Universidad de Burgos con un contrato de investigación adscrito a un proyecto que tenían en el grupo de investigación donde ya había estado, y que supondría su inicio profesional en la investigación. Trabajando en ese proyecto le surgió la posibilidad de solicitar varios contratos predoctorales y «uno de ellos me lo concedieron», comenta.

Comenzó así el Doctorado en Avances en Ciencia y Biotecnología Alimentarias, en el área de Ingeniería Química, dentro del Departamento de Biotecnología y Ciencia de los Alimentos de la Universidad de Burgos, donde realizó la tesis doctoral.

«Desde que descubrí el mundo de la investigación, me dediqué a ella. Mi carrera profesional ha estado ligada siempre a la investigación, y al realizarla en universidades, también, en parte, a la docencia. Me surgió la posibilidad de empezar a trabajar como Profesor Contratado Doctor en la Universidad Católica de Ávila en el 2020 y, como la docencia y la investigación en la universidad van de la mano, ahora tengo que dividirme y dedicar tiempo a cada una de las partes, pero reconozco que me identifico más con el perfil investigador», asegura Ángela García Solaesa, quien comenta que «cuando te adentras en la investigación, todo te parece interesante, tu mente se abre y te surgen muchas ideas para investigar, aunque no puedas llevarlas a la práctica. Lo que me atrae es que tu trabajo va cambiando, no es una rutina, vas formándote a la vez que investigas y los resultados que se obtienen te pueden hacer cambiar el planteamiento inicial. En cada proyecto en el que trabajas te enriqueces y te actualizas, y eso es lo más interesante, porque no te acomodas. Evidentemente la docencia también tiene cosas muy positivas, como el contacto con los alumnos y la satisfacción de poder enseñar tus conocimientos, pero la investigación es algo más profundo, que no te permite quedarte en lo superficial, que te hace aprender y entender el por qué de muchas cosas, nunca lees lo suficiente».

Volviendo a la tesis doctoral, recuerda que en el grupo BIOIND liderado por Sagrario Beltrán y María Teresa Sanz, tenían en ese momento un proyecto concedido por el Ministerio relacionado con la obtención de concentrados de omega 3 y «yo me centré en la producción de acilglicéridos de omega 3 por glicerolisis enzimática de aceite de sardina en diferentes medios de reacción. Estuve probando diferentes disolventes orgánicos, el CO2 supercrítico y varias emulsiones sin disolvente como medios de reacción».

«La propuesta venía porque la forma más biodisponible y además una de las más estables es que los ácidos grasos omega 3 estén como acilglicéridos, y la forma más eficiente de producir esos acilglicéridos, que es la glicerolisis, tiene un problema de insolubilidad entre los sustratos, aceite y glicerol, y hay que solventar esa problemática. Ahí está el planteamiento de la tesis, probar diferentes medios de reacción para que tenga lugar la glicerolisis enzimática entre el aceite de pescado y el glicerol. Había que dar una solución para que esa reacción enzimática realmente fuera eficiente y nos diera altos rendimientos», explica la investigadora.

Defendió su tesis a finales de 2017 y justo antes de presentarla surgió la posibilidad de solicitar un contrato postdoctoral en la Universidad de Valladolid, en el que fue elegida y así comenzó a trabajar en febrero de 2018 en el Grupo Procerealtech, liderado por Felicidad Ronda, donde trabajan con cereales, harinas y productos sin gluten. El proyecto era 'Aplicación de ondas electromagnéticas de harinas sin gluten para la adecuación de su estructura y funcionalidad a las necesidades de la industria alimentaria para desarrollar productos de mejor calidad y valor nutricional para la población celiaca'.

«Consistía en hacer tratamientos físicos, principalmente con microondas, a diferentes tipos de harina sin gluten para modificar la estructura del almidón y ver el efecto que esto tenía en las propiedades funcionales, reológicas y térmicas de las harinas y lo más importante, cómo afectaba al producto final, consiguiendo mejorar su textura y su volumen», indica García Solaesa, que estuvo en dicho proyecto casi 2 años, tras los cuales, ya en plena pandemia, dedicó unos meses a reflexionar sobre la posibilidad de «volver a casa» después de haber permanecido varios años en Burgos y Valladolid..

 

Llegada a la UCAV. Por entonces, en la Universidad Católica de Ávila necesitaban a una persona con su perfil como profesora en el Grado de Nutrición Humana y Dietética, dónde comenzó a trabajar en julio de 2020. «Durante los dos primeros años tuve que impartir una asignatura del Grado de Enfermería, Bioquímica, e iba a Ávila todas las semanas, pero ya este último año todas las asignaturas que tengo son del Grado de Nutrición, que es semipresencial, lo que me permite poder dedicarle más tiempo a la investigación», comenta.

El Grupo Abordaje Integral de la Salud (AISA) de la UCAV, al que pertenece, liderado por Rosario Pastor, trabaja en dos líneas de investigación, una más enfocada a la Epidemiología Nutricional, con proyectos relacionados con la Actividad Física, Sedentarismo y Obesidad infanto-juvenil en la provincia de Ávila, también sobre Valoración del estado nutricional, hábitos dietéticos, condición física y sarcopenia en ancianos no institucionalizados de la provincia de Ávila, u otro para la Integración de la UCAV, como referente de Universidad Saludable, en la Red de Universidades Promotoras de Salud (REUPS), en los que colabora; y luego está la línea de Aprovechamiento de subproductos agroalimentarios y elaboración de productos funcionales, que es a la que García Solaesa más se dedica.

«Ahora estoy coordinando un proyecto con el que me concedieron el primer premio 'Desafío Universidad Empresa', sobre 'Aprovechamiento integral de semillas de zarzamora para la producción de superalimentos', que empezó a finales del año pasado y está previsto que finalice en julio. Ahora estamos en pleno desarrollo», indica.

Con anterioridad, a través de una beca de la Institución Gran Duque de Alba, desarrolló en 2021 un 'Estudio de viabilidad de nuevas presentaciones para la valorización de subproductos de las judías de El Barco de Ávila', que actualmente se encuentra a la espera de su publicación y con el que, como señala la propia García Solaesa, «quiero seguir avanzando en esta línea de investigación para el aprovechamiento del subproducto de las judías de El Barco de Ávila». Así, ha planteado recientemente con una alumna, para una convocatoria de la UCAV dentro del Plan TCUE, el desarrollo de un prototipo orientado al mercado. «Estamos esperando a que se resuelva la convocatoria para poder seguir por esta vía, porque es una línea que tiene mucho potencial y sobre la que hay que seguir investigando para poder elaborar un producto saludable a base de judías y poder probarlo en una población concreta», afirma.

Dos proyectos propios, el de las Judías de El Barco y el de las semillas de zarzamora, que debe compaginar con la docencia, pues como reconoce «la falta de financiación es una realidad con la que nos encontramos y de hecho, una de las cosas que me llevaron a dedicarme a la docencia, sin abandonar la investigación, fue la estabilidad que nos da». Eso sí, se muestra muy agradecida a la UCAV por «haber tenido la oportunidad de entrar como docente, porque me ha dado lo que estaba buscando, tener esa estabilidad, dedicarme a la docencia y seguir investigando».

Y mirando al futuro, Ángela García Solaesa comenta que «a corto y medio plazo está el proyecto 'Desafío' de las semillas de zarzamora y también a la vista tenemos un par de proyectos encaminados que se van a solicitar. Dentro del Grupo AISA nos estamos movimiento en varias líneas, entrando en proyectos un poco más potentes, a nivel regional y nacional, que nos permitan tener una proyección de futuro». «Lo que ocurre en la investigación es que desde que presentas un proyecto hasta que te pones a trabajar en él puede pasar hasta un año y eso hay que tenerlo en cuenta. Aunque ahora esté volcada con el de la zarzamora, te debes plantear entrar en otros proyectos porque es necesario tener esa continuidad», indica.