Navalmoral de la Sierra tendrá en poco tiempo una plaza renovada que será, según explica su alcalde,  Juan Lorenzo Herranz, «dinámica y funcional». Atrás quedan las protestas de los vecinos respecto al proyecto, con la anterior corporación, para llegar ahora a un proyecto, donde ha habido modificaciones y que plantea una plaza que no es peatonal, más allá de que se pueda utilizar más como tal en determinados momentos.

El alcalde de Navalmoral explica que la obra comenzó el pasado mes de diciembre, continuando el trabajo que ya había de licitación y adjudicación. A la nueva corporación le correspondió la ejecución de una obra que supone levantar el 80 por ciento de la plaza para poner losetas de granito, que son de ocho centímetros en la parte rodada (color gris) y de seis centímetros en las aceras (color rosado). Además, en todo el proyecto destaca la parte del pilón en la zona central, un elemento de 1916 donde se procedió al levantar y restaurar el adoquinado, buscando el mismo tipo pero preservando en todo momento el pilón, lo que incluye la parte interior.

Hay que tener en cuenta que la actuación se hace con una obra «considerable» puesto que se trata de una plaza de 1.980 metros cuadrados, de las más grandes de la zona y donde se trabajaba para realzar ese pilón como elemento centenario. Además se procedió a realizar un cambio de tuberías, aunque en un primer momento no estaba contemplado.

Ahora los trabajos se están ultimando, con la previsión de que la obra termine a finales de mayo dado que se encuentra en la última fase, con un 75 por ciento ejecutado. Todavía «quedan detalles», explica el alcalde, que señala que ahora «la plaza parece el doble de lo que era antes»  gracias a una ejecución de 307.000 euros, donde se ha contado con ayudas de la Diputación de Ávila y la Junta de Castilla y León.

Respecto a los problemas que hubo en su día con los vecinos, explica que, tras acceder a la Alcaldía, se procedió a «informar a la gente», que «todos los vecinos fueran partícipes» porque no había una «información exacta de como iba la obra». Aún así, asume que «ha habido cambios» por el uso de la plaza, unas modificaciones que se hablaron con la empresa adjudicataria porque antes «era muy peatonal» y hay esas variaciones para que una parte sea rodada y en momentos puntuales, como puede ser las fiestas, se corte, aunque «queden accesos por los laterales». Con todo ello se persigue esa plaza dinámica y funcional que se convierta «en un punto de encuentro para los vecinos».