Una final por anticipado

A.S.G.
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Dos históricos, frente a frente. El Real Ávila recibe, a partir de las 18,00 horas en el Adolfo Suárez, al Barakaldo en el encuentro de ida de cuartos de final

El Real Ávila celebra su pase a la siguiente ronda de la fase de ascenso. - Foto: Antonio Bartolomé

Ha querido el bombo que sea en segunda ronda, pero lo cierto es que el encuentro que este domingo se vivirá sobre el césped del Adolfo Suárez - 18,00 horas - tiene tintes de final. Por nombre, por historia y por calidad de los contendientes la tarde invita al fútbol. Cuando aún muchos recuerdan con cierta emoción la intensa remontada que los encarnados llevaron a cabo ante el Tuilla, el Adolfo Suárez vuelve a escena. La maquinaria de los playoffs vuelve a ponerse en marcha. No cesa. Y lo hace de la mano de un histórico de la Segunda y la Segunda División B, el Barakaldo, un equipo dispuesto a regresar a la categoría que abandonó el año pasado. Renovó el equipo, pero no por ello perdió un sólo ápice de la calidad de uno de los más serios aspirantes a regresar a la categoría de bronce del fútbol nacional. Sin embargo el respeto es mutuo. Ninguno quedó contento con el sorteo.   

Si nombres de los contendientes hablan por sí solos, sus números anteceden a cualquier presentación. Porque si los gualdinegros llegan con la premisa de equipo sólido, contundente y aguerrido, los encarnados han sabido ganarse un nombre a estas alturas de la temporada gracias a un potencial ofensivo capaz de ponerse a prueba ante cualquier rival. Y esta domingo la prueba será de nota. Porque poco o nada tiene que ver lo que se ponga en liza en el campo abulense con lo ocurrido el pasado fin de semana. El guión ha cambiado, y lo saben sus actores.

El factor cancha ya no existe. El sorteo no fue benévolo con los encarnados, ni en el rival ni en el orden de los partidos. En esta ocasión todo empezará en terreno propio, donde los goles en contra son doblemente dolorosos. Así lo hicieron en Madrid, donde el Barakaldo prácticamente sentenció la eliminatoria con un 0-2 ante el Parla que poco o nada pudo hacer en Lasesarre (2-1), un campo que, esta vez, no será un problema por dimensiones.

Llevar a terreno contrario la eliminatoria abierta es el objetivo de una plantilla que, respeto «si», pero miedo «ninguno». Son conscientes de la importancia del rival, pero a estas alturas de la temporada los méritos propios pesan más que los ajenos. Confían en su fútbol los encarnados, que saben que la puesta en escena entre locales y visitantes será radicalmente opuesta. Porque si el Ávila es el gol, el Barakaldo es defensa. Los 89 goles que suma ya esta temporada el Real Ávila  se medirán ante los apenas 30 recibidos por el Barakaldo, un equipo directo y profundo.

Volverá a ser imprescindible el papel de la afición. Sorprendió la imagen del Adolfo Suárez el pasado fin de semana. Habría que remontarse hasta las famosas eliminatorias con el Oviedo  para recordar, no sólo una entrada, sino un ambiente como el que se vivió ante el Tuilla. El público se volcó, animó y presionó cuando el partido lo requería. Fue el jugador número ‘12’ y la plantilla encarnada espera que así vuelva a ser. El llamamiento está hecho. Porque este domingo el Real Ávila se juega seguir volando muy alto.