San José es el primer puente importante del año, el preámbulo de la primavera y el termómetro que mide el estado de salud del turismo de la ciudad. La afluencia de visitantes fue constante este domingo, como también era previsible, sobre todo en este día grande de estas pequeñas vacaciones. Riadas de viajeros y excursionistas tomaron las calles y las plazas de la capital abulense a pesar de la bajada de las temperaturas, que se ha notado especialmente a primeras horas de la mañana y con una pequeña ‘marzada’, con granizada incluida durante la mañana, que no causó más consecuencias que lo inevitable que supone el incordio de aguantar esas chispas, escasas, que cayeron pasadas las diez horas.

Muchos grupos foráneos han compuesto la habitual estampa con sus retratos ante los principales monumentos de Ávila. La Muralla, la Catedral, el Rastro, son escenarios perfectos de este destino de interior. Se registraron colas durante buena parte de la mañana para acceder a la Muralla a través de la Casa de las Carnicerías.Otro tanto sucedió con el Centro de Visitantes, que registró gran afluencia personas, que se interesaban por los principales monumentos y rincones de esta ciudad medieval y renacentista.

Los aparcamientos habituales de la ciudad estaban repletos. Especialmente el que se refiere a la Ronda Vieja que estuvo prácticamente todo el día sin espacios libres.

Gastronomía. Por su parte, los comedores de algunos de los restaurantes registraron buenas entradas. No en vano la gastronomía es uno de los platos fuertes de los reclamos turísticos que despliega la ciudad. Los alojamientos disfrutan también de un elevado grado de ocupación, aunque habrá que esperar al final del puente para conocer cifras más concretas. Esperemos que sean buenos augurios para esta temporada.