Árbitro

Humanes Balmont (León). Amonestó con cartulina amarilla a los locales Vilarchao, Toncheff y Jorge; y a los encarnados José María, Aarón y Jean Claude.Expulsó al local Escope (2A 86’).

Goles

0-1 (minuto 34) Juanito; 1-1 (minuto 48) Abraham; 1-2 (minuto 56) Cabrera de penalti; 1-3 (minuto 60) Yagan.

Incidencias

Encuentro correspondiente a la jornada 25ª de la Tercera División grupo VIII, disputado en la Ciudad Deportiva José Fernández ante 150 espectadores.

El Real Ávila recobró fuerza y obtuvo una victoria importantísima en su visita a la Ciudad Deportiva Fernández García ante el GCE Villaralbo al que se impuso por 1-3, cortando una mala racha por la que sumaba más de dos meses sin vencer. Los locales protestaron de lo lindo dos decisiones arbitrales que permitieron adelantarse en el marcador por dos veces ante un equipo que hizo méritos para empatar justo antes de recibir el 1-3, pero que tras éste gol se vino abajo y dejó el camino abierto a los jugadores abulenses para sumar una victoria que es oxígeno dado el mal momento por el que atravesaba la plantilla encarnada.

El Real Ávila estuvo comedido en la media hora inicial, sin apenas crear ocasiones claras sobre la portería de Jen, pero muy sólido atrás, cosa que se echaba de menos en el equipo del Adolfo Suárez. El Villaralbo se aplicaba con más intensidad pero sin mucho orden en el centro del campo, y sus triangulaciones morían en la zona de tres cuartos. Abraham, a los diez minutos de juego, dispuso de la primera ocasión del encuentro en un disparo algo flojo, al que le dio réplica Yagan enviando un zurriagazo sobre la portería de Jen, que zanjó la ocasión deteniendo el cuero. El susto del equipo abulense surtió efecto, y poco después llegaría el primero de la tarde. Pese a que el GCE Villaralbo estaba poniendo todo de su parte para lograr adelantarse, fueron los visitantes quienes alcanzaron tal objetivo. Ocurrió a los 34 minutos de juego y tras un robo en el centro del campo de Cabrera. Una acción que propició que llegara el cuero a pies de Yagan, cuyo envío al área remató en un afortunado semifallo Juanito.

El 0-1 llegó con un jugador local en el suelo reclamando falta, cosa que espoleó a los de Manuel Fuentes que pese al intento de Héctor Antón a la salida de un córner, alcanzaron el descanso sin poder recortar la injusta desventaja en el marcador. El Ávila, sin fisuras, estaba cumpliendo con el guión que esperaban del encuentro.

Tras la reanudación, el GCE Villaralbo llevó las tablas al luminoso. Apenas dos minutos después de reiniciarse el encuentro, una incursión por banda de Toncheff –que acabó recorriendo la línea de fondo– permitió al argentino asistir a Abraham. El mediapunta remató a placer en el área chica y premiaba el esfuerzo de los suyos aprovechándose del único fallo defensivo, si se puede considerar así, de los abulenses.

El 1-1 hacía esperar un segundo acto electrizante pero, en realidad, murió de un chispazo. Humanes Balmont señaló pena máxima en un intento por despejar de Vilarchao y Cabrera anotó desde los once metros con gran tranquilidad. Este gol fue la clave del encuentro, ya que derivó en un juego abulense aun más poderoso y certero, obligando a los azulones a irse en busca de un empate que jamás llegaría. De hecho, el riesgo que tomó el cuadro local por intentar firmar el 2-2 supuso la definitiva derrota.

Se rubricó en el minuto 60 cuando, tras un saque de esquina, todo el GCE Villaralbo se dedicó a disparar contra los jugadores rivales que aprovecharon un error de Toncheff para montar una rápida contra. Escope y Jen, solos contra cuatro abulenses, no pudieron hacer nada por evitar el 1-3 que anotó Yagan con un sutil toque sobre el meta local.

Con este gol, el partido murió definitivamente. El GCE Villaralbo fue valiente y apostó por irse arriba con una defensa de tres, pero sus intentos por recortar diferencias fueron detenidos una y otra vez por Pindado y su zaga, dando al Real Ávila la máxima eficacia posible a su esfuerzo y obteniendo una victoria vital para sus aspiraciones y en pos de la lucha por evitar el descenso.