Ni silencio ni saetas por culpa de la lluvia

Sergio Jiménez
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Las malas previsiones climatológicas impiden que la talla de Nuestra Señora de las Angustias y los otros tres pasos salieran en procesión por las calles de la zona sur hacia la Catedral

Ni silencio ni saetas por culpa de la lluvia - Foto: David Castro

Las previsiones de lluvia ha quitado todo el protagonismo al silencio en la tarde del Miércoles Santo de Ávila. Las malas predicciones climatológicas motivaron que la junta directiva de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias decidiera suspender la procesión, en una decisión algo controvertida y que algunos cofrades y fieles no terminaron de comprender. Así las cosas, los vecinos de la zona sur de la ciudad no han podido disfrutar de su día grande de esta Semana de Pasión. Y tampoco ha podido disfrutar de la belleza y tradición de esta comitiva el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, que ha visitado esta tarde Ávila y que se ha acercado hasta la iglesia de San Nicolás de Bari para presenciar la salida de la comitiva, junto a varios políticos locales de VOX.   

La incertidumbre por el estado del tiempo estuvo presente durante toda la tarde. Y, cuando llegó el momento de tomar la decisión de salir o no, las aplicaciones del tiempo indicaban previsiones de lluvia para las 21,00 horas (media hora después de la salida de la comitiva), lo que llevó a la directiva de la hermandad a suspender la procesión. Decidieron no correr el riesgo de que las precipitaciones les sorprendieran a mitad del recorrido, sin un lugar donde resguardarse de las inclemencias, y que los pasos quedaran dañados por la climatología. De este modo, el Santísimo Cristo de la Divina Misericordia (una talla modernísima del año 2022), el Santísimo Cristo Arrodillado (1993), el Santísimo Cristo de la Agonía (1984) y Nuestra Señora de las Angustias, se quedaron sin procesionar. La pequeña imagen de La Piedad, del siglo XVI, es el paso principal de la Procesión del Silencio desde 1950. Durante los primeros años estuvo escoltada por los Jóvenes de Acción Católica y, desde 1956, por la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, renacida tras su desaparición a principios del siglo XX.

La suspensión impidió también el tradicional canto de las saetas en la Plaza de El Rollo, uno de los momentos icónicos de la procesión del Silencio, lo mismo que la bella imagen de los capuchones y los pasos ascendiendo por la calle Francisco Gallego hacia el Paso del Rastro en su camino hasta la Catedral. Precisamente desde el principal templo de Ávila está previsto que la imagen de Nuestra Señora de las Angustias salga en procesión, si el tiempo lo permite, la noche del Viernes Santo en la Procesión del Santo Entierro. 

De lo  que sí pudieron disfrutar los abulenses que abarrotaron el pequeño templo de San Nicolás  de Bari (una gran cantidad de personas se quedó fuera ante la imposibilidad de acceder al interior) de la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía del Santísimo Cristo Despojado de Valladolid (la congregación abulense está hermanada con esta Real Cofradía Penitencial desde hace años). La banda interpretó varias marchas de Semana Santa, entre ellas 'El Cristo de la Buena Muerte', en el único acto que se pudo celebrar en una desapacible tarde de Miércoles Santo. De nuevo, el mal tiempo fue protagonista en la Semana Santa de Ávila.