Fallece el empresario abulense Isabelo Álvarez Mayorga a los 71 años

J.M.M.
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Entregado a su actividad profesional por una vocación que le transmitieron su abuelo y su padre, en los años ochenta decidió emprender su camino en solitario creando una red de tanatorios que se extendió por la provincia de Ávila

Fallece el empresario abulense Isabelo Álvarez Mayorga a los 71 años

El empresario abulense Isabelo Álvarez Mayorga falleció este martes a los 71 años de edad tras una larga enfermedad. Casado con Teresa Delia y con tres hijos, Carlos, Elena y Luis, Isabelo Álvarez estuvo entregado a su actividad profesional por tradición y vocación, las cuales las heredó de su abuelo, Isabelo Fausto, y de su padre, Antonio Álvarez. Y siempre tuvo como principal objetivo humanizar una profesión para, como él afirmaba, responder «a lo que Ávila requería», que «estuvieras ahí en los momentos más duros, la pérdida de familiares y amigos».

Isabelo Álvarez era uno de los exponentes de una familia dedicada al sector funerario, desde su abuelo y su padre, con quienes aprendió esa vocación que el también transmitió a uno de sus hijos, Luis Álvarez. Desde adolescente, y junto a su hermano mayor, Antonio Álvarez (que falleció en el verano de 2011), trabajó con su padre cuando se hizo cargo de la funeraria de Ávila. Allí sacaron adelante los primeros tanatorios de España, primero todos juntos, pero a medida que los hijos se fueron haciendo mayores, fue Isabelo el que tomó la decisión de iniciar un camino en solitario poniendo una funeraria de forma independiente en la avenida Jorge de Santayana. Corrían los años ochenta, ayudado por la experiencia «de lo que mi padre me había enseñado toda la vida», Isabelo Álvarez emprendió el reto de hacerse un hueco propio en Ávila. En esta tarea ayudó que llegase a acuerdos comerciales con dos compañía de seguros como Santa Lucía y Finisterre (en la actualidad Mapfre), con lo que se labró un un nombre en el sector.

El tanatorio con los servicios funerarios en la capital abulense se fue ampliando a algunas localidades de la provincia, como Hoyos del Espino, Casavieja, Cebreros, El Tiemblo, San Pedro del Arroyo o Arévalo, éste con sus sobrinos, incluso llegó a contar con una infraestructura que funcionó durante algún tiempo en San Lorenzo del Escorial; y a ello había que añadir la oficina de Mapfre en la avenida de Portugal.

En los últimos años, y una vez cumplidos los 65 años y, tal y como recordaba el año pasado en una entrevista que publicaba Diario de Ávila, «después de que durante 40 años no he dormido prácticamente en mi cama ni domingos ni festivos», había comenzado a desligarse del todo del mundo empresarial, dejando casi todo el negocio en manos de su hijo Luis.

Isabelo Álvarez vivió con intensidad su profesión, y más con los condicionantes que impone una ciudad pequeña como es Ávila, en la que, según narraba, «tienes amigos, conocidos y, aunque no lo sean, cuando llega un fallecimiento tienes que estar ahí; hay momentos duros, situaciones complicadas, y nosotros hemos intentado ofrecer un trato muy personal y un servicio completo para que la familia no tuviera que ocuparse de nada». Un trabajo duro, que requería una dedicación de 24 horas al día, y que Isabelo Álvarez trató de humanizar con su carácter sociable y cercano.

Gran conversador, generoso, fue un entregado seguidor del Real Ávila, al que acompañó con ilusión por multitud de campos de toda España.

Este martes, cientos de abulenses, con los que tanto compartió en vida, acudieron a darle el último adiós y acompañar a sus seres queridos en estos difíciles momentos. La conducción del cadáver tendrá lugar este miércoles, a las 11,00 horas, al convento de la Encarnación, donde se celebrará solemne misa de corpore insepulto, y terminada la santa misa recibirá cristiana sepultura en el cementerio de Ávila. Desde estas líneas nos sumamos a ese sentir. Descanse en paz.