El Celta no ha dado por entregada la final de la Copa del Rey, a la que no accede desde hace 15 años, y espera que Balaídos sea hoy (20,30 horas/TVE 1) un aliado más para una difícil remontada ante el Sevilla, un rival que, desde su claro 4-0 de la ida, se muestra prudente para la vuelta de esta semifinal.

El resultado obtenido la pasada semana en el Sánchez Pizjuán no estaba ni en los planes de los hispalenses más optimistas, pero, tras lograrlo, en el seno de club siempre se han manifestado cautos ante la posibilidad de volver a una final, que disputaron por última vez en 2010 y  se la ganaron (2-0) en el Camp Nou al Atlético.

Cuatro días después de verse ambas escuadras en Vigo, ya que el pasado domingo jugaron en la Liga (1-1), volverán a encontrarse en el mismo escenario.

El encuentro del fin de semana no debe ser un referente, pues ambos conjuntos estarán renovados, tendrán otros objetivos y, además, el andaluz jugó cerca de 70 minutos en inferioridad numérica por la expulsión de Fazio.

Por ello, Unai Emery medita el once para esta cita, en la que podría repetir el argentino, ya que el domingo siguiente es baja segura  por sanción en la competición doméstica ante Las Palmas.

Otra decisión del preparador guipuzcoano será si reserva a tres jugadores que están apercibidos y podrían perderse la hipotética final. Estos son dos centrales, Rami y Zolodziejczak, y el centrocampista N’Zonzi.

Los que sí estarán ausentes son los lesionados Krychowiak y Pareja, este último en la fase final de su  recuperación.

Los gallegos, por su parte, buscarán la hazaña de remontar el 4-0 de la ida, aunque reconocen que  los de Unai Emery parten como favoritos tanto por la clara renta que traen del Pizjuán como por su momento de forma, refrendado el pasado domingo en Vigo, donde lograron sumar un punto a pesar jugar con un futbolista menos.

El conjunto celeste necesita un ‘milagro’ para regresar a una final de Copa 15 años después, pero jugadores y afición confían en lograr una gesta que pasa, sobre todo, por no encajar gol y recuperar la fortaleza ofensiva que exhibió a principio de temporada.

 Con Nolito todavía lesionado, Eduardo ‘Toto’ Berizzo apostará por un once similar al que actuando últimamente, con las posibles novedades de Marcelo Díaz en el doble pivote y Claudio, en el costado derecho.

Y es que la necesidad de hacer, como mínimo, cuatro goles para igualar la eliminatoria puede motivar al técnico a retocar su dibujo táctico. La solución sería jugar con tres centrales y dos carrileros para ganar profundidad en las bandas.

De optar por esa solución, Hugo Mallo, Sergi Gómez y Cabral formarían en el eje defensivo, con Beauvue y Orellana como extremos. En el centro del campo, el sacrificado sería el joven Radoja, que dejaría su sitio a Marcelo Díaz, que ofreció un buen rendimiento en los minutos que ha disputado.

 El internacional chileno actuaría en la zona de creación junto Daniel Wass, intocable para Berizzo y una de las revelaciones de esta temporada, mientras que en la línea de ataque el preparador sudamericano apostaría por el tridente formado por el ‘Tucu’ Hernández, Iago Aspas y Guidetti, al que dio descanso en Liga.

Aunque la remontada parezca una quimera, a nadie se le escapa que el Celta fue capaz de endosar un 4-1 al Barcelona esta campaña.