Lección de Javier Castaño

Juan Andrés Cartón
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El salmantino y su cuadrilla siguen dando espectáculo por donde pasan • Fernando Sánchez, excelente en banderillas en el festival de ayer • Grave percance de un subalterno el pasado lunes

Javier Castaño, interpretando un natural. - Foto: Pedro Javier Gutiérrez

 
El espectáculo dio comienzo con el desfile de la banda municipal que interpretó pasodobles, dirigida por Juan Carlos de la Fuente, que arrancaron los primeros aplausos de la tarde. El matador de toros Javier Castaño saludó a su oponente con vistosos capotazos y remates también muy vistosos. El tercio de banderillas lo realizó Fernando Sánchez, un habitual en la cuadrilla de Castaño, dejando dos soberbios pares que fueron muy aplaudidos por el respetable. La faena de muleta de Javier, magistral por ambas manos. El novillo toro acompañó al lucimiento del salmantino con su nobleza y casta. No dejaba de embestir y de demostrar su bravura. Esta vez , Castaño no falló con la espada y le cortó las dos orejas y rabo y el toro se ganó merecidamente la vuelta al ruedo.
Leandro saludó a su oponente con el capote, con lances de buen corte. Faena de buena trayectoria, pero de más a menos pues el toro se fue diluyendo y flojeando. Una lástima. Finalizó con el burel de pinchazo y media estocada, siendo silenciada su labor.
Damián, el pequeño de los Castaño, quiso estar en la tarde de ayer en El Barraco, a pesar de su convalecencia del percance sufrido recientemente en la plaza de toros de Béjar. Mermado físicamente, comenzó la faena con una larga cambiada de rodillas. Vistoso el saludo con el capote. Con la muleta sacó tandas bonitas y ligadas. Acortó la faena por encontrarse físicamente tocado y la espada no penetró, finalizando con varios golpes de verduguillo y siendo silenciada su labor.
El novillero Roca Rey, con el novillo titular, estuvo valiente, ligando bien la faena y fallando a espadas. Silencio. En el novillo de regalo sacó su arte, se lució en tandas de naturales y mató de una excelente estocada.
Lamentar el grave percance sufrido el pasado lunes en El Barraco por el subalterno argandeño que acompañaba a Pablo Mora, cornada de 20 centímetros rozando la femoral, por la que tuvo que ser intervenido durante dos horas y media en la enfermería de la plaza y trasladado después a un centro hospitalario.