Hace apenas unos días Bankia anunciaba la fusión de su oficina de la calle Reyes Católicos con la principal de la plaza de Santa Teresa. Una clausura que la entidad no definía como cierre, fundamentalmente porque se mantenía el empleo de la media docena de empleados afectados por esta situación, pero que es reflejo  de una realidad que se inició al comienzo de la crisis y que ha supuesto un progresivo descenso del número de oficinas bancarias en todo el territorio nacional y por ende también en Ávila.  

La propia situación económica y la reestructuración de bancos y cajas llevada a cabo en los últimos años, así como la apuesta cada vez más fuerte de estos por la banca electrónica, han hecho que la red abulense de oficinas se haya reducido de forma considerable en los últimos años, tanto que la cifra de  sucursales existentes en la actualidad en la provincia de Ávila roza mínimos históricos y se sitúa en niveles de hace cuatro décadas, tal y como se desprende de la estadística que el Banco de España lleva desde finales del año 1974. Así, al término del tercer trimestre del pasado año, último periodo del que se ofrecen estos datos, en la provincia de Ávila había 138 oficinas bancarias, lo que son ocho menos que en septiembre del año anterior cuando bancos y cajas contaban con 146 sucursales en Ávila. Pero no es el descenso interanual, en este caso del 5,5 por ciento, lo más llamativo de estos datos sino el hecho de que la cifra actual de oficinas sea prácticamente la misma que la que había en Ávila hace 40 años. De hecho, en junio del año 1975, y según los datos del Banco de España, en esta provincia operaban 128 oficinas bancarias y en septiembre de ese mismo año 140.

Así las cosas, la cifra actual de sucursales se sitúa a niveles de hace cuatro décadas que a su vez coinciden con los mínimos históricos  de este registro ya que la cifra más baja de oficinas se contabilizó en el arranque de esta estadística, lo que tuvo lugar en diciembre del año 1974 cuando en esta provincia se contabilizaban 122 sucursales bancarias.

La reestructuración del sector bancario, en especial el que años atrás se acometió en las cajas de ahorro y que en el caso de Ávila conllevó la integración de la extinta Caja de Ávila en Bankia, ha afectado especialmente al medio rural donde se han cerrado buena parte de las oficinas que durante los últimos años han echado el cierre. Y es que lejos quedan las 138 sucursales actuales de las 217 que se llegaron a contabilizar en el año 2008, momento en el que se registró la cifra récord dentro de esta estadística. Desde entonces la provincia de Ávila ha visto desaparecer 79 oficinas, lo que significa que el 36 por ciento de las que existían hace años han echado el cierre en este tiempo.

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