El pintor abulense Albano es uno de los protagonistas de la exposición internacional ‘Trazos sensibles’, que hasta el próximo 14 de junio homenajea al reconocido pintor Salvador Victoria en el XX aniversario de su muerte, una muestra colectiva que se celebra en la Fundación Museo Salvador Victoria de Rubielos de Mora, localidad natal del artista homenajeado, y que abre un año de nuevas citas para mantener viva la memoria y el espíritu de un artista singular.
‘Trazos sensibles’ reúne 28 obras de otros tantos artistas procedentes de la colección de Javier Martín ‘Ars Citerior’, convirtiéndose en una muestra «internacional e intergeneracional» a la que dan contenido artistas que «transitan por la abstracción lírica, la corriente en la que se enmarca la producción más notable de Salvador Victoria, en especial la de su última etapa», una «adscripción que sirve de nexo de unión a los artistas que rinden este último homenaje al pintor turolense».
Diego Arribas, director del Museo Salvador Victoria, comenta que «la exposición nos ayuda a comprobar la pervivencia de esta importante corriente y su vigencia entre los creadores más jóvenes. Con diferentes lenguajes, técnicas y registros, artistas como Albano, Azambuja, Blázquez, Cremades, Verbis o Ferrer i Martorell, han tomado el relevo de autores consagrados como Broto, Campano, Miura o Yturralde que, en las décadas de los 80 y 90, reinterpretaron y actualizaron las propuestas estéticas de históricos como Clavé, Farreras, Guerrero, Hernández Pijuan, Peters o Esteban Vicente. Todos ellos, y algunos más, compartirán su apuesta por esta parcela de la abstracción que tiene en Salvador Victoria uno de sus referentes internacionales. Una atractiva invitación a conocer un nuevo capítulo del arte contemporáneo, viajando entre dos siglos junto a los artistas que han protagonizado una de las páginas más apasionadas y apasionantes de la historia de la corriente abstracta de nuestro país.».
La obra de Albano seleccionada para esta exposición, una pintura de su anterior etapa titulada De cómo surge un tercer no lugar entre otros que además ha sido elegida para la portada del catálogo de la muestra, comparte espacio con otro puñado de piezas que «ayudan a comprobar la pervivencia» de la abstracción lírica «y su vigencia entre los creadores más jóvenes».