Acorralada por las dimisiones

SPC
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MAY NO DIMITIRÁ La mandataria se aferra al pacto y no se plantea la renuncia pese a la salida de dos de sus ministros

A pesar de haber conseguido lo más difícil, un acuerdo con la UE sobre la salida ordenada del Reino Unido del bloque comunitario y de lograr un aparente apoyo de su Gobierno, la premier británica, Theresa May, tuvo que afrontar ayer uno de sus peores días, con varias dimisiones de su Gobierno, distintas cartas de los diputados conservadores pidiendo una moción de confianza y duros ataques de la oposición.

A pesar de ello, la primera ministra se aferró al acuerdo preliminar y aseguró que logró «el mejor acuerdo posible», al tiempo que señaló que no piensa dimitir.

Aunque el pasado miércoles el Ejecutivo fue una piña en torno a May, ayer se supo que no todos los miembros del Gabinete de la premier iban en el mismo barco, empezando por la dimisión de quien capitaneaba las negociaciones del Brexit, el ministro para la salida de la Unión Europea, Dominic Raab.

Otra baja destacada fue la de la titular de Trabajo, Esther McVey, junto con la de algunos secretarios de Estado, pero el el goteo de dimisiones puede continuar. 

Un panorama que no desalentó a la conservadora ante la Cámara de los Comunes y los periodistas, defendiendo a ultranza un acuerdo del que se desentiende su propio negociador, lo que despertó más risas entre los diputados que sus famosos bailes virales en la red.

Y es que si May se hunde con su tabla de salvación, el acuerdo preliminar del Brexit puede irse también a pique y no salir a flote ni aunque lo intenten unidos los 27 miembros de la UE.

El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, abundó en la extrema debilidad de la dirigente de un Gobierno que es un «caos» y anunció el voto en contra a este polémico texto de casi 600 páginas.

May, con una capacidad de resiliencia digna de ser usada como ejemplo en los manuales de psicología, insiste en que el «liderazgo» es tomar «decisiones correctas» y no «las fáciles».

«Podemos abandonar la UE sin ningún tipo de acuerdo, encontrarnos con que no haya ningún tipo de divorcio, o podemos mostrar unidad y respaldar el mejor pacto posible», que, a su juicio, es el que ella promueve contra viento y marea.

Sin embargo, visto el incontable ejército de sus detractores, el documento tiene pocas posibilidades de ser aprobado cuando se vote en la Cámara en diciembre.

La piedra en el camino que hace tropezar la salida del Reino Unido de la UE es el plan para evitar una frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda, una exigencia clave también para Bruselas.

El Partido Democrático Unionista rechaza el borrador porque otorga un estatus diferente al Úlster respecto al resto del Reino Unido, lo que a su juicio rompería el país y pondría en peligro la paz.

El acuerdo prevé que todo el Reino Unido permanezca temporalmente en la unión aduanera.