Bien es verdad que el ambiente estaba muy caldeado cuando a las 12,00 horas comenzaba la concentración de ganaderos abulenses en protesta por los «insoportables» ataques de lobos que vienen sufriendo sus explotaciones de ovino, bovino y caprino. Convocados por las organizaciones agrarias UCCL y UPA-COAG, alrededor de 300 profesionales de la ganadería extensiva se daban cita a las puertas de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León para reivindicar un control del lobo efectivo y el abono de las indemnizaciones a las que la Junta está obligada por ley cuando una explotación recibe la visita del lobo y sufre sus consecuencias.
Lo que no se esperaba es que, pasadas las 13,30 horas, el ambiente fuera subiendo de tono hasta el punto de que todos los concentrados, con los presidentes provinciales de las OPA convocantes a la cabeza (Ignacio Senovilla, por UPA y Jesús Muñoz, en nombre de UCCL), decidieran irrumpir en el interior de la sede de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila, subieran hasta el tercer piso del edificio oficial y se apostaran frente a la puerta del despacho del delegado territorial con el fin de exigirle una comparecencia de la que se extrajera un compromiso. Una vez llegados a esta situación, el representante de la Administración regional, Francisco José Sánchez, no tuvo más remedio que aceptar esa ‘petición’ y, acompañado de la jefa del Servicio de Medio Ambiente, Rosa San Segundo; y del secretario de la Delegación Territorial, José Luis Valverde; les invitó a acceder al auditorio del edificio para escuchar sus quejas.
Cabe destacar que, salvo las voces y las manifestaciones espontáneas, no hubo que destacar incidentes reseñables y todo transcurrió con relativa calma. De este encuentro forzado surgió el compromiso por parte del delegado territorial de que el lunes empezaría a tramitar con el consejero del ramo, Juan Carlos Suárez-Quiñones, una entrevista urgente con las organizaciones convocantes de esta movilización, que representan a un buen número de ganaderos.
A las 12 horas se iniciaba la concentración en las puertas de la Delegación Territorial a la que acudían en torno a tres centenares de ganaderos llegados de todos los puntos de la provincia. Megafonía, cencerradas y un ternero muerto colgado de la fachada de acceso a las dependencias de la sede de la Administración autonómica en Ávila componían un escenario que se presumía caldeado. Ignacio Senovila, secretario provincial de UPA tomaba la palabra ante los medios de comunicación convocados para volver a recordar las reivindicaciones del sector ante los reiterados e «insostenibles» ataques de los lobos. «Para nosotros, es la Junta de Castilla y León la verdadera responsable de los problemas que tenemos en Ávila», afirmaba Senovilla. «Nosotros no vamos a parar hasta que se resuelvan los problemas porque nuestra obligación es defender a los ganaderos». Que no haya lobos es la primera de ellas y, si fuera necesario que los hubiera, «que fueran pocos, controlados y que el daño que hagan se pague en su justo precio y pronto». Cifraba en casi un millón de euros el coste de mantener los lobos «pero que no sea a costa de los ganaderos», añadía. No dieron mucha credibilidad a la última reunión que mantuvieron las OPA con el consejero en Valladolid hace unos días y exigieron resultados y no palabras. «Es una reunión más en la que se han dicho cosas que luego no se han llevado a la realidad. Nos parece un insulto que el consejero diga que en Ávila se van a matar dos lobo» apuntaba Senovilla, una cifra a todas luces insuficiente para los manifestantes. Y es que, según Jesús Muñoz, el presidente de UCCL en Ávila, el sector estima que en la provincia de Ávila hay en torno a una veintena de manadas de entre cinco y nueve miembros cada una. «Somos la provincia en la que más ha crecido la población de lobos y el Plan de Gestión del Lobo sólo ha servido para protegerlos».
«Somos la provincia que, porcentualmente, tiene más ataques de toda Castilla y León». Pidieron una ubicación de los lobos en un lugar diferente y volvieron a repetir que la coexistencia del lobo y la ganadería extensiva es «imposible». Si esto no fuera posible, lo que «hay que hacer es pagar pronto y bien porque hay ganaderos que llevan más de dos años sin cobrar las indemnizaciones por las pérdidas originadas por los ataques». «Lucharemos con todos los métodos que sean necesarios», concluyó Muñoz, que añadió que «esto se nos está yendo de las manos».
Y algo más de una hora después, los hechos corroboraron esta afirmación aunque, afortunadamente, la situación se tranquilizó cuando el delegado territorial accedió a recibir a los 300 ganaderos, escuchó a todos los que quisieron hablar y concluyó afirmando que «soy abulense y quiero lo mejor para esta provincia. Os agradezco que estéis aquí y esta es vuestra casa». Tras estas palabras, el delegado territorial abandonó el auditorio, seguido de los responsables de los servicios afectados mientras que los manifestantes permanecieron hasta pasadas las tres de la tarde organizando las ideas para la que se prevé inminente reunión con el consejero de Fomento y Medio Ambiente.
Por otro lado, el presidente de la Diputación, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, tras las preguntas de la prensa sobre este conflicto durante un acto institucional celebrado en Arenas de San Pedro declaró que «el posicionamiento de la Institución siempre ha sido muy claro: Vamos a estar al lado de los ganaderos de esta provincia».