El Barco de Ávila ya vive de lleno las fiestas en honor al Cristo del Caño. Demetrio Madrid, primer presidente de la Junta de Castilla y León, y la alcaldesa de la localidad, Loreto Yuste, animaron a vivir con intensidad las fiestas y a disfrutar de unos días cargados de actividades como citas musicales, misas y procesiones con la imagen del Cristo, gigantes y cabezudos y pasacalles, además del encierro infantil, una novillada, paella popular y los fuegos artificiales junto al río Tormes. El pregón, al que quiso sumarse tímidamente la lluvia pero que finalizó con sol, dio paso al tradicional chupinazo en una Plaza Mayor que presentaba un buen aspecto pese a lo inestable del tiempo. El pasacalle de gigantes y cabezudos, acompañados del Grupo de Dulzaina Barcense, completaba una mañana cargada de buenos deseos para estos días. Para la tarde-noche estaba previsto el solemne y siempre emocionante traslado en procesión de la imagen del Cristo del Caño desde su ermita, acompañada por autoridades y damas, la Banda de Cornetas y Tambores y la Banda Municipal de Música y se esperaba que por todos los barcenses.

Junto a la alcaldesa, que se estrenaba en estas lides, el gran protagonista de la mañana fue Demetrio Madrid, pregonero de excepción. El que fuera primer presidente de la Junta de Castilla y León puso a estas fiestas como «un buen ejemplo» para la práctica de «la ciudadanía, la convivencia y la cooperación», sobre todo teniendo en cuenta «estos tiempos de dificultades» en los que el «individualismo es tentación».