Las obras de restauración de la fachada occidental de la Catedral de Ávila, emprendidas por la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico y el Cabildo catedralicio, ya están dando sus primeros frutos y no solo en el ámbito de la protección y restauración sino también en la posibilidad de descubrir elementos arquitectónicos hasta ahora solo intuidos.
Esto sucede con la antigua fachada de Juan Guas, arquitecto y escultor a quien se encargó el traslado de la portada original gótica de la fachada occidental a una secundaria al norte y que la sustituyera por una nueva que, sin embargo, fue reformada en el siglo XVIII.
Esa reforma es lo que ahora estaba a la vista aunque había sufrido un importante deterioro. Por ello se está restaurando dentro de un proyecto que también ha pretendido conocer parte de esa fachada antigua. Por el momento, los trabajos ya han posibilitado ver el tímpano, que se pretende recomponer según un dibujo hipotético de lo que podría ser el tímpano calado original. Para ello se ha retirado el medallón de San Segundo, una pieza de 400 kilos que pasará al interior del templo, y se está acondicionando la zona, para lo que se cuenta con un maestro cantero, para recomponer un tímpano que llevará vidriera y que se podrá ver desde en interior y el exterior del templo. Un elemento del que ahora se tienen pruebas más claras de su existencia y, aunque sí que tendrá vidriera, los trabajos no pretenden adelantarse a una «posible plan de vidrieras» que pudiera llegar en al futuro en la Catedral de Ávila.
En esta parte de los trabajos tampoco se puede olvidar que las obras también llegarán a la puerta inferior, que se limpiará y modificará la apertura siempre teniendo en cuenta que tienen que atravesarla los pasos de Semana Santa. Esto se incluye en la parte que pretende la recuperación intrínseca de la fachada con la restauración del tímpano y sus emplomados en el exterior, modificando el cortavientos en el interior para que la portada pueda ser contemplada en todo su esplendor.
Aunque todos estos elementos son importantes, no se puede olvidar que el proyecto emprendido pretende ante todo evitar que continúe la degradación de una fachada donde los estudios previos han demostrados los daños provocados especialmente por el agua y la humedad.
En una visita a las obras realizada junto al arquitecto, Joaquín García; el administrador de la Catedral, Fernando Gutiérrez y el responsable de Patrimonio de la diócesis de Ávila, Óscar Robledo, se pudo conocer cómo la piedra se ha ido deteriorando con el paso de los años, lo que sorprende en una roca en apariencia áspera y dura. Por ello se han emprendido los trabajos actuales, que pretenden proteger los elementos intentando evitar que el agua produzca más daños, para lo que se cuenta con un presupuesto de más de 260.000 euros en unas obras ejecutadas por la empresa Trycsa, que el arquitecto confía que estén concluidas a finales de este año tal y como marca el plazo de ejecución.
Ya sobre el terreno se está realizando el trabajo de limpieza y de restauración rellenando los huecos con mortero de restauración de forma que se tapen los elementos que pueden acumular agua y, por tanto, provocar los daños. Se hace sin que varíe la imagen que se tiene de la fachada desde el suelo.
En este caso, se está siguiendo lo que el arquitecto de la obra denomina un «criterio de mínimos» a la hora de reconstruir volúmenes, actuando preferentemente en los elementos que tienen componentes estructurales ya que hay que evitar que las piezas se caigan.
Por otra parte se procederá a la instalación de cornisas en dos niveles, unos elementos metálicos que sobrevolarán unos 80 centímetros y que impedirán que el agua moje directamente la débil piedra con la que está construida la portada.
Las obras también incluyen acciones como el rejuntado general, afianzar los elementos existentes, tratamientos de limpieza e impermeabilización.
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