Medio centenar de pintores de varias provincias españolas, entre los que se cuenta algún abulense, participarán en la Cátedra Francisco de Goya que se desarrollará en el Palacio los Serrano de la Fundación Caja de Ávila entre los días 8 y 12 de septiembre, seminario intensivo que tendrá como profesores a los maestros Antonio López, alma de esta actividad estival y participante fijo desde que empezase a andar hace ocho años, y Julio López, quien ya ha participado en alguna otra cita anterior.
Hasta el 19 de agosto se mantuvo abierto el plazo de presentación de solicitudes para participar en la Cátedra, y fue a partir de ese momento cuando se procedió a la selección de los participantes en la misma, labor que como es habitual desarrolló el propio Antonio López a la vista de los currículos recibidos, documentación en la cual se pedía, además de un dossier fotográfico y datos personales una carta manuscrita en la que explicasen los motivos de la petición.
Fueron en total 70 las peticiones recibidas, y aunque en principio se había fijado un máximo de 40 plazas en atención a las características de la Cátedra finalmente se amplió el número de alumnos hasta el medio centenar; sus provincias de origen son Valladolid, Ávila, Segovia, Salamanca, Burgos, Madrid, Albacete, Cáceres, Castellón, Málaga, Palma de Mallorca, Cádiz, Barcelona, Sevilla, Bilbao, Huelva y Santa Cruz de Tenerife.
el dibujo. En esta nueva edición de la Cátedra Francisco de Goya, que será la novena, Julio López y Antonio López impartirán un taller único centrado en el dibujo, disciplina que ambos maestros del realismo español consideran la esencia de la pintura y la escultura, su raíz primera. Será un curso, por tanto, en el que asumen la máxima exigencia y el mayor riesgo como artistas y docentes, tanto que Antonio López ha dicho que «hablar sobre el dibujo me parece lo más difícil, es como hablar del padre… ante el dibujo no hay excusas».
La desnudez germinal, su carácter esencial –la exigencia del dibujo–, es el tema del taller de este año. Julio López ha preparado para esta edición unos modelos sorprendentes que entroncando en la tradición de la enseñanza clásica del dibujo, dan un paso adelante y renuevan el concepto de ‘academia’ de un modo que va a motivar como nunca a los participantes del encuentro.
La dinámica también es muy novedosa: Julio López dirigirá las prácticas por las mañanas, incorporándose Antonio López por las tardes en clases magistrales (que no pueden darse en ningún otro lugar) con los alumnos y con Julio. Con el programa de este año, explican desde la Fundación Caja de Ávila, «tenemos la sensación de estar ante una ocasión irrepetible, un hito histórico en la docencia del arte».