El domingo nos dejó la primera gran nevada de este invierno en la ciudad de Ávila. Si bien la jornada había transcurrido con relativa normalidad después de que la nieve caída durante la madrugada anterior apenas provocara incidencias reseñables, a última hora de la tarde de nuevo la nieve hizo acto de presencia y en esta ocasión con mucha más fuerza, obligando a activar el Plan Municipal de Nevadas en su nivel 1, con varios vehículos esparcidores de sal trabajando a pleno rendimiento, e incluso a cortar varias calles de la capital.

La capital no ofrecía en la mañana del domingo ninguna dificultad para circular como consecuencia de la escasa nieve caída a primeras horas. Tal y como se informaba a esta redacción  desde el Ayuntamiento de Ávila, desde el Plan Municipal de Nevadas se estuvo trabajando toda la noche del sábado al domingo esparciendo sal con dos camiones de forma preventiva y el operativo de nieve estuvo durante todo el día preparado para actuar, en «prealerta». 

Por el día, ninguna vía de la ciudad hubo de ser cortada y tan solo algunas aceras ofrecían a primera hora de la mañana del domingo cierto riesgo por encontrarse heladas debido a las bajas temperaturas por lo que los operarios estuvieron derramando sal durante toda la mañana. 

Así transcurrió la mañana y buena parte de la tarde, hasta que poco después de las 20 horas comenzaba de nuevo a caer nieve de forma copiosa en la ciudad. Fue entonces cuando de nuevo el Ayuntamiento tuvo que activar el Plan Municipal de Nevadas, con nueve vehículos quitanieves repartidos por la capital (tres camiones de FCC, tres del Parque Móvil Municipal y tres pick up) retirando ese manto blanco de las calzadas y esparciendo sal, primero en las principales arterias y después en calles con una menor afluencia de vehículos, según lo establecido por el protocolo de actuación. En apenas dos horas ya se habían esparcido más de 26.000 kilos de sal.

Desde Emergencias de Ávila, poco después de iniciarse la nevada ya anunciaba que varias calles habían sido cortadas al tráfico, aunque prácticamente toda la ciudad estaba cubierta de nieve, incluidos viales y aceras, y se pedía a los ciudadanos que no cogieran sus vehículos. 

 

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