Los problemas de depuración de aguas en El Barco de Ávila derivados de la transición entre la demolición de la antigua depuradora y la construcción de la nueva, que ya está en marcha, tienen desde esta semana una solución «provisional». Según informó la alcaldesa de El Barco de Ávila, Loreto Yuste, este jueves quedó instalado un «tamiz» para que, a modo de parapeto, pueda ir recogiendo los residuos sólidos que se vierten al río Tormes para que no continúen aguas abajo y no agraven la situación que se vive desde este invierno, cuando se finalizó la demolición de la depuradora existente.

Una reunión mantenida este viernes entre la alcaldesa de El Barco, el jefe de área de Calidad de las Aguas de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Alfredo Catalina Gallego, y otros técnicos como los de la empresa constructora de la nueva depuradora, Dragados, sirvió para «poner al día la situación». La regidora informó después que, según le transmitieron, la fase principal de la nueva depuradora, la del compacto, estaría lista para mediados de septiembre, mientras que el fin de la obra completa (con el resto de fases) se espera para primeros de año.

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