Pese a que no tenga apenas peso en Génova, pero sí todavía en la poderosa federación madrileña, la presidenta del PPM, Esperanza Aguirre, volvió ayer a encender la polémica al sacar un tema que parecía totalmente descartado:el adelanto electoral. Si fue capaz de plantear un acuerdo con el PSM para el Ayuntamiento capitalino, así como un congreso extraordinario de la formación regional sin el beneplácito de sus superiores, esta vez, el verso suelto de los conservadores se permitió ejercer de estratega proponiendo que los comicios legislativos coincidan con los catalanes, que, previsiblemente, se celebrarán el 27 de septiembre: «Es lo más conveniente para España».
Tras subrayar que se trata de una opinión personal, y sin tener todos los datos de los que debe disponer el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, el único habilitado para fijar la fecha electoral, comentó que le había hecho saber su opinión al respecto, si bien no quiso desvelar cuándo y cómo se produjo esa conversación.
Para la exministra, «hay muchos puntos a favor del adelanto electoral, especialmente en relación a Cataluña, y muchas teorías en contra».
La sugerencia de Aguirre tuvo su rápido eco en el Gobierno y en Génova. Así, el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, afirmó que su líder mantiene su intención de agotar la legislatura «mes arriba, mes abajo».
Lo que resulta evidente es que en la cúpula popular se han alimentado las especulaciones y tesis de Aguirre, con algo tan simple como no desmentir que la formación conservadora esté estudiando un posible adelanto electoral. De hecho, uno de sus nuevos hombres fuertes, el vicesecretario de Comunicación del Partido Popular, Pablo Casado, dejó la puerta abierta: «Hay argumentos para las dos cosas». De hecho, reconoció que los votantes de su grupo «se movilizan más en Cataluña cuando hay generales».
Conviene recordar que el pasado martes en una entrevista radiofónica, y en otras ocasiones recientes, Mariano Rajoy prefirió no desvelar cuando disolverá las Cortes porque no lo consideraba «un tema capital».
A este respecto, Casado señaló que los votantes «están esperando la excusa para volver a votarles», y que, por ello, el Partido Popular ha planteado una bajada de impuestos en todas las regiones, incluidas las que «les han sido robadas».
Además, el secretario recalcó que se tratará el tema de la democracia interna de la formación en la próxima conferencia política del PP, que se celebrará los próximos 10 y 11 de julio. De hecho, el grupo ya se plantea celebrar primarias para elegir a sus candidatos.
Mientras, desde el PSOE, su responsable de Acción Política y Ciudadanía, Patxi López, pidió al Gobierno que, en lugar de adelantar la tramitación de los Presupuestos con un «afán meramente electoralista, lo que tendría que hacer es adelantar la cita con las urnas». «No es en absoluto políticamente decente que éstos se vayan a utilizar como su bandera electoral».
Además, indicó que sería «grave» que se celebrara el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera sin esperar a los nuevos Gobiernos autonómicos. «Es solo una semana», defendió López, que insistió en que se trata de «una cuestión de decencia democrática y de respeto institucional».