Un café para calentar el espíritu

M.M.G.
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La generosidad de Ávila convierte en éxito el café solidario promovido por Accem y Confae

 IMAGINE la situación. Hace frío en la calle, puede incluso que llueva, el estómago comienza a exigir algo con lo que matar el gusanillo que se mueve por dentro y se dispone de tiempo libre. Quizá, incluso, demasiado. Pero, en cambio, no se tiene un sólo euro con el que entrar al bar de siempre, el del barrio de toda la vida, donde le conocen a uno, para tomar un café con el que calentar el cuerpo y el espíritu.

Pues para que esto no ocurra nunca, y siempre que se necesite se pueda uno sentar en una mesa a leer la prensa, compartir un rato de charla con los amigos o, sencillamente, descansar, nació hace años en Nápoles el café solidario, una iniciativa que pasa porque aquel que pueda permitírselo, a la vez que paga el café que se acaba de tomar en la barra, deja pagado otro para aquel que, en cambio, no puede hacerlo.

La iniciativa llegó en mayo a Ávila de la mano de la Federación de Hostería de Confae y la Organización No Gubernamental ACCEM. Y lo que en un principio llegó para un mes, se ha prolongado en el calendario. ¿Por qué? Pues, sencillamente, por la generosidad que han demostrado los abulenses, tanto los que se han animado a dejar pagado en algún momento uno de estos cafés solidarios como los responsables y trabajadores de los 30 establecimientos que dijeron en su día sí a la propuesta y que son los que, además de canalizar la ayuda, los que, con su discreción, psicología y cariño ayudan a la gente que necesita ese café.

Porque si por algo se caracteriza el café solidario es porque ayuda a personas que atraviesan una situación económica complicada de forma callada, con la privacidad que este tipo de situaciones requiere.

Lo hacen invitando al café a quien lo pide directamente, a quien lo insinúa o a quien directamente ellos sospechan que pueda necesitarlo. Y lo hacen, también invitando a esas personas a pasar por las oficinas de Accem y participar en algunos de sus talleres formativos sobre adquisición de habilidades sociales, motivación y autoestima o diversidad cultural.

Así que si un día de estos entra a un bar de Ávila y se encuentra una pizarra  con un montón de rayitas en ellas como las que muestran, por ejemplo Soul Kitchen o La Fortaleza, debe saber que cada uno de esos palitos se traduce en un café que espera a alguien que por circunstancias de la vida necesita calentar su espíritu con la bebida más solidaria de todas.