L a época estival es el momento en el que bares y restaurantes deciden desplegar todas sus mesas y sillas fuera para que el público, cómodo ante la brisa del verano, se tome copas con los amigos o coma con la familia en las terrazas de los establecimientos.

La falta de lluvia y nieve, y sobre todo del frío del invierno, permite que las gentes disfruten de las calles, avenidas y plazas de toda España; y Ávila no es menos.

La Plaza de Santa Teresa, situada fuera de los límites de la Muralla, es un recoveco de restaurantes y bares, cerca de varios puntos turísticos importantes y muy transitados de la ciudad.

La gama de oferta gastronómica puede suponer un dilema para el turista que decida tomar algo por la zona, ya que la búsqueda puede ser infinita.

Con la oleada de visitantes que hay en esta época del año y la cantidad de habitantes que se animan a hacer algo de ocio fuera de sus hogares, el restaurante Barbacana aprovecha para realizar su mejor estrategia de marketing.

Desde hace varios años, este restaurante hace uso de su terraza de una manera diferente a lo que lo hacen otros establecimientos de la misma plaza.

Ante la competencia, hay que jugar con las mejores cartas para destacar sobre los demás.

 Por eso, llegado el mes de agosto, los empleados de la Barbacana montan un escenario para que diferentes bandas amenicen las veladas de la clientela.

La primera de las actuaciones fue el viernes 8 de agosto, que comenzó sobre las diez de la noche. El grupo Doutdes, formado por dos hombres, rememoraron la época de los ochenta, donde algún que otro adulto se volvió a sentir como en sus tiempos jóvenes.

Al ser un repertorio de canciones conocidas, el público se animó a seguir la letra cantando e incluso hubo alguno que otro que aprovechó la ocasión para bailar.

Ante tanto bullicio, los camareros no daban crédito, ya que el número de clientes aumenta casi siempre con estos eventos por la curiosidad que generan.

Tan animado estaba el público con el grupo y sus canciones, que pidieron un bis, aunque los músicos no quisieron alargarse mucho más de la hora y media que tenían prevista para aquella noche.

Un público similar hubo la noche del viernes 22 con el grupo el Templo del Morbo, con un repertorio de canciones del pop español, la mayoría bien conocidas.

Pero la noche fue más calmada el sábado anterior, donde los amantes del jazz se reunieron para tomar unas copas y disfrutar de este género fusionado con la bossa-nova, a cargo de Luzía Molina.

El próximo concierto será el viernes 29 sobre las 21,30 horas, que lo dará el grupo Two´s Blues. Además, puede que se organicen más conciertos para septiembre.