La realidad presente del Bosco de Arévalo pasa por el descenso. Con dos puntos en el casillero, y sin ninguna victoria en las primeras ocho jornadas de la temporada, «no vamos a engañarnos, la realidad es la que es.Nos está costando».Es la realidad, aunque no es una realidad inesperada en el Bosco de Arévalo. «Sabíamos que iba a ser así».Y por ello no bajan los brazos en el Colegio Salesianos. Porque «estamos convencidos de que con los equipos de nuestra liga la cosa va a cambiar, vamos a competir».

El inicio de la temporada para los morañegos no ha sido sencillo. «Nos ha pillado un tramo de calendario complicado».  Unami, SanJosé, Mirandés B o Becerril son alguno de los equipos con los que se han medido los de Jordi.Equipos todos ellos de la zona alta, «y en esta categoría hay mucha diferencia entre los de arriba y los de abajo».Especialmente cuando en el vestuario se acumulan las bajas.

Es optimista de cara al calendario que resta Jordi. No sólo recuperan lesionados, sino que aún deben medirse a equipos como el Tardelcuende o el Calasanz. «Con los equipos más de nuestra liga hemos demostrado que podemos competir» recuerda tras lo visto ante el Cuéllar (1-1) o el Venta de Baños (1-1). «Si competimos sacaremos premio».