Herrera reclama colaboración a Madrid y a la oposición para que «no sean cuatro años perdidos»

Santiago González
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La solución para las cuencas mineras y los 500 millones al año que pierde Castilla y León por el modelo autonómico figuran como prioridad para el presidente de la Junta tras jurar el cargo

El presidente de la Junta lanzó ayer un mensaje de diálogo tanto hacia el exterior como hacia el interior de la Comunidad. Así, Juan Vicente Herrera, tras jurar su cargo ante la Constitución y el Estatuto de Autonomía, reclamó colaboración al Gobierno de España para solucionar problemas como la minería o las infraestructuras, así como a los grupos parlamentarios de la oposición para «no perder cuatro años» y sacar adelante los proyectos de Comunidad.
Herrera hizo un llamamiento expreso a la familia parlamentaria de la Comunidad -84 procuradores con empate a 42 entre el Partido Popular y los cuatro grupos de la oposición- respecto a la necesidad de dialogar. «Nos necesitamos unos a otros», destacó el presidente en su discurso, donde explicó que habrá que sacar adelante tanto iniciativas del Grupo Popular como las que presenten el resto de los grupos.
También aprovechó la presencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para reivindicar un nuevo modelo de financiación que acabe con «el escándalo» que suponen los 500 millones de desfase entre lo que se recibe y lo que gasta la Junta en los servicios públicos básicos. Asimismo, le pidió que no desmaye en la búsqueda de soluciones al «complejo» problema de la minería, así como no olvidar las infraestructuras pendientes (Autovía del Duero y la Valladolid-León).
Arropado por el presidente del Congreso, el soriano Jesús Posada; por la vicepresidenta primera del Gobierno, la vallisoletana Soraya Sáenz de Santamaría, y por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, Herrera juró su cargo como presidente de la Junta en un acto «temprano y madrugador» celebrado en el Salón de Recepciones de las Cortes, a diferencia de otras veces que se celebró en el Hemiciclo.
 
Un cambio. El presidente, que inicia su quinto mandato tras la toma de posesión, se fijó como unos de los objetivos principales «recorrer juntos» hacia un cambio en las formas y en el fondo de hacer política y garantizar la legalidad y la honestidad de los representantes públicos sin olvidar el diálogo.
Herrera inició su intervención dejando claro que mantiene «la misma ilusión, emoción, agradecimiento y compromiso» que cuando tomó posesión la primera vez, en marzo de 2001, y además lo asume con «honor, responsabilidad, entusiasmo, ilusión y coraje».
En un discurso cercano a la media hora, Juan Vicente Herrera repasó algunos de los compromisos mencionados en el debate de investidura para cumplir la «exigencia social» de mejorar la calidad y la actividad política para hacerla más austera, participativa y abierta desde el convencimiento de que lo tiene que hacer «gente normal para la gente normal». No olvidó tampoco el presidente la prioridad de conseguir que llegue a las personas la «objetiva» recuperación económica en forma de más empleo y de más calidad para ofrecer oportunidades a los jóvenes. Y advirtió que lleva en su corazón, en su ánimo y en su voluntad a los cerca de 200.000 desempleados de Castilla y León.
El presidente se comprometió una vez más con unos servicios públicos «de todos y para todos»,  también para el millón de habitantes que reside en el medio rural, y con la contribución de la Comunidad al proyecto constitucional español, con una apuesta clara por el estado autonómico, más allá de aventuras separatistas o proyectos recentralizadores.
 
Orgullo. Juan Vicente Herrera aprovechó su intervención para reconocer su «orgullo» por el trabajo de los consejeros que le han acompañado en la última legislatura, ya que ha sido «complicada tanto para los ciudadanos como para las instituciones», y trasladó su agradecimiento también a los empleados públicos de todas las administraciones, especialmente la autonómica, a quienes elogió por los sacrificios laborales y retributivos a los que se les ha sometido en los últimos cinco años.
  Del mismo modo, hizo referencia a los integrantes de la sociedad civil presentes para animarles a seguir reforzando un diálogo social que es «más que una pura estética» y de impulsar y acompañar a los agentes económicos y organizaciones agrarias en su labor. Se refirió al tercer sector (oenegés) como «lo mejor de lo mejor de la Comunidad» sin olvidar a la judicatura.
En el capítulo de agradecimientos hizo especial hincapié en el primer presidente de la Junta, Demetrio Madrid, «un amigo y una referencia» más allá de las discrepancias políticas, así como del presidente del Congreso y expresidente de Castilla y León, Jesús Posada, a la vez que disculpó la ausencia de otros dos predecesores en el cargo, Constantino Nalda y Juan José Lucas. A Aznar no le mencionó.
Herrera concluyó agradeciendo a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, su presencia porque el Partido Popular le ha permitido navegar en su compromiso con su tierra que, ha vuelto a anteponer, al de su partido. «El PP me ha dado todo lo que soy en política», indicó.
Y no quiso despedirse sin citar a su ‘familia’, su novia Marisol, su hermano y sus sobrinas, así como un grupo de amigos. Todos ellos «estarán esperándome» cuando deje la política.