«El mayor premio del mago son los 'oes' de sorpresa del público»

Estela Carretero
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Alberto de Figueiredo, mago que este sábado actuará en Ávila Mágica

«El mayor premio del mago son los ‘oes’ de sorpresa del público»

Casi como por arte de magia. Así descubrió Alberto de Figueiredo, siendo apenas un adolescente, que no quería dedicarse a otra cosa en la vida que no fuera a sorprender a los demás gracias a la prestidigitación y el ilusionismo. Y, efectivamente, al arte de la magia, al que quedó ‘enganchado’ viendo la actuación de un mago en televisión, es a lo que este madrileño lleva entregado desde hace más de dos décadas. Alberto de Figueiredo demostrará este fin de semana en una actuación incluida en el festival Ávila Mágica (atrio de San Vicente, 22 horas) por qué es uno de los magos más destacados del panorama profesional de la magia en nuestro país.

¿Qué va a poder ver el público que acuda al espectáculo que este sábado ofrecerá en Ávila?

Va a poder ver mucha magia y mucho humor. De hecho el espectáculo que ofreceré en Ávila se titula Magicomedy y es un espectáculo para todos los públicos muy divertido, porque yo estoy un poquito loco, y también muy visual e interactivo en el que los espectadores suben al escenario y hay mucha comunicación con el público.

Cuenta que decidió ser mago con 18 años el día que vio por televisión al ilusionista argentino René Lavand, pero, ¿cómo se convierte uno en mago?

Efectivamente, le vi por televisión y pensé: «quiero ser como él».  Y cómo se llega a ser mago, pues estudiando mucho, ensayando mucho y pasando muchas horas encima de un escenario.

Tuvo de maestro a Juan Tamariz y ahora también es usted el que enseña a otros magos. ¿Los magos de hoy en día ya no guardan sus ‘trucos’ con tanto celo como antes?

El mundo de la magia ha cambiado mucho y ya no es tan secretero como lo era antes. Es más, cuando yo empecé en esto ya no lo era; al menos yo nunca lo he vivido. Tampoco tiene mucha razón de ser porque al final gracias a las tecnologías, y a canales como youtube, es muy sencillo que la gente descubra los secretos de los juegos de magia; ese es uno de los motivos que nos obliga a los magos a superarnos día a día y a crear nuevos juegos.

¿Cuánto tiempo le lleva a usted la creación de cada nuevo juego?

La creación de un juego tiene varias fases, ya que primero tienes una idea, luego la desarrollas a través de ensayos y más tarde con la práctica por el efecto acierto-error. Es complicado de calcular, pero podría afirmar que me puede llevar diez años que un juego esté perfecto y sea ‘redondo’.

¿Cuál es el juego de los conseguidos hasta ahora por usted del que se siente más orgulloso?

Sin duda alguna el truco más difícil para todo mago, más que hacer desaparecer un elefante o un avión, es conseguir que 1.000 personas de todas las edades y de diversa condición estén atentas durante una hora y media a tu espectáculo.

¿Y cuál es la mayor recompensa a los años de trabajo y dedicación que dedica a cada juego?

Más que el aplauso, que puede ser educado, o la risa, el mayor premio para todo mago son los ‘oes’ de sorpresa del público porque éstos siempre son espontáneos.

¿Qué opinión le merecen festivales como el que este fin de semana acogerá Ávila y en el que usted participará?

Creo que no hay nada más maravilloso que llevar la magia a la calle y hacer que una plaza se llene de gente dispuesta a dejarse sorprender.  

¿Pasa por un buen momento la magia o también se ha resentido a causa de la crisis?

Lógicamente la magia no es un consumo de primera necesidad y los magos lo hemos notado en cuanto a actuaciones, sin embargo la magia en sí no está en crisis. Es más, me atrevería a decir que la magia hoy en día es más importante que nunca.