Una tras otra. No está siendo el 2018 especialmente benévolo con Diego Rubio (Burgos BH). Si el mes de marzo lo cerraba con un atropello –por suerte sin consecuencias– mientras entrenaba en la zona de Puente Morisco junto a otros ciclistas, entre ellos Nacho Pérez, mes y medio después el ciclista de Navaluenga vuelve a estar parado en casa. Y esta vez para largo. Una caída en la pasada Vuelta a Aragón cuando rodaba en el pelotón –«íbamos por la cuneta, se acabó el arcén y fuimos cayendo uno tras otro sin poder evitarlo»– y una rotura del radio han obligado al abulense, que por suerte ha podido evitar el quirófano, a parar. Lo bueno, que «hay tiempo» para el que sigue siendo su objetivo principal esta temporada, la Vuelta a España 2019. «Nunca me había visto en una así» señala Diego Rubio desde su casa en Navaluenga en una primera parte de la temporada que ha terminado para él. «Me estaba encontrando bien pero ha sido mala suerte».