Las estadísticas a veces arrojan noticias esperanzadoras que permiten valorar con optimismo la aplicación rigurosa de determinadas leyes. Cuando en 2006 se implantó el sistema del carné de conducir por puntos fueron muchas las voces que dudaron de su eficacia como método disuasorio de los malos comportamientos al volante. Sin embargo, la tendencia a la baja creciente y sostenida del número de infracciones y de accidentes con víctimas mortales parece dar la razón a quienes impulsaron su implantación.
El permiso por puntos es el principal responsable del cambio de rumbo que se ha producido en la siniestralidad vial. Así, miembros de asociaciones de víctimas y automovilistas destacan el descenso en el número de fallecidos que se ha producido desde su puesta en marcha, pasando desde los 2.601 muertos en carretera en 2006, a los 1.131 de 2014, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Mientras, el 73 por ciento de los pilotos dispone de todos sus puntos y siete millones han sido sancionados por una infracción que conlleva la retirada de alguno.
Sin embargo, el paso del tiempo ha dejado algunas «carencias» que, según el sector «deberían mejorar o adaptarse a los nuevos tiempos», como, por ejemplo, destaca el director de Seguridad Vial del Race, Tomás Santa Cecilia, quien considera que habría que revisar la retirada de puntos en sanciones como el uso del móvil al volante y que, a su juicio, actualmente no se penalizan tan duramente como deberían. Algo similar opina el presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes (DIA), Francisco Canes, para quien habrías que «endurecer las multas relacionadas con el consumo del alcohol y drogas».
En este sentido, advirtió de que, en los últimos años «se ha podido observar que es un problema importante» y, en su opinión, «debería empezar a actuar ya» para evitar que se siga extendiendo.
Por su parte, la portavoz de la Asociación para la Prevención de Accidentes (PAT), Eugenia Domenec, se refirió a la necesidad de ser más duro en la penalización de los reincidentes y del sistema de retirada definitiva de la licencia. Domenec apunta que en la asociación han sido testigos de cómo conductores que cometen delitos acuden a los cursos de recuperación sin que sea un problema volver a infringir la normativa.
Mientras, los Automovilistas Europeos Asociados (AEA) son la única voz discordante entre las opiniones del sector. Su presidente, Mario Arnaldo, denunció que hay ayuntamientos que no comunican a Tráfico la pérdida de puntos que se aplican en las infracciones que ellos recogen, por lo que «el carné por puntos se está aplicando de manera caprichosa y arbitraria. Un madrileño tiene hasta 130 veces más probabilidades de agotar el saldo de puntos que sus vecino de San Sebastián de los Reyes o Alcorcón», declaró.