Un 'caballo de Troya' contra el cáncer de mama llega a España

c. ansótegui (spc) / madrid
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El Ministerio de Sanidad aprueba la financiación pública para un novedoso tratamiento que mejora la eficacia de la quimioterapia al transportarla hasta el interior de la célula tumoral

El Ministerio de Sanidad aprobó ayer la financiación pública para un novedoso tratamiento combinado contra un subtipo de cáncer de mama, que incluye un anticuerpo monoclonal que actúa como caballo de Troya para llevar una quimioterapia hasta el interior de la célula tumoral, lo que hace que sea más efectivo y tenga poca toxicidad. 
El fármaco, desarrollado por la empresa suiza Roche y comercializado como Kadcyla, está indicado para los tumores HER2 positivo, que representan el 20 por ciento de todos los cáncer de mama y hasta hace unos años eran un «problema» por la escasez de tratamientos, según señaló Ana Lluch, jefa del servicio de hematología y oncología del Hospital Clínico de Valencia. 
Su aprobación, añadió Miguel Martín, jefe del servicio de oncología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, representa un «día histórico» que abre la puerta a un nuevo abordaje de estos tumores gracias a un «revolucionario» mecanismo de acción que «no hace daño a los pacientes». 
Este beneficio se consigue gracias a la combinación de un anticuerpo monoclonal, el trastuzumab (que se usa desde hace años con el nombre de Herceptin), que bloquea el receptor HER2 responsable del crecimiento de células patógenas al tiempo que sirve de vehículo para transportar hasta las células tumorales una potente quimioterapia que lleva pegada, la DM1. 
 
Beneficios. Al liberarse en el interior del tumor, actúa de forma selectiva y se evitan los efectos adversos propios de la quimioterapia convencional, como vómitos náuseas o alopecia, lo que representa un beneficio «enorme» para las pacientes. De momento solo está autorizado su uso en aquellas pacientes con la enfermedad metastásica en las que el tumor ha progresado tras un primer tratamiento, algo frecuente en este subtipo de cáncer de mama. «A pesar de contar con buenas terapias, la patología acaba escapando de su bloqueo y vuelve a progresar, incluso alcanzando otros órganos, explicó Lluch. 
 En estos casos consigue retrasar la progresión del tumor (lo que se conoce como supervivencia libre de progresión) en casi 10 meses de media, lo que también se traduce en una supervivencia global por encima de los dos años y medio, unos cinco meses más que la terapia con que se ha comparado (lapatinib y la quimioterapia capecitabina). 
 No obstante, en el futuro se podría ampliar su uso y, de hecho, apostilló Martín, ya se está probando su uso en fases más precoces de la enfermedad e incluso antes de cirugía. Se administra por vía intravenosa en ciclos de 30 minutos cada tres semanas, hasta que la enfermedad progresa. 
 Los oncólogos españoles han sido claves en el desarrollo de este medicamento, como sostuvo el también presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam), y de hecho lo llevan utilizando desde hace tiempo en ensayos clínicos o mediante programas de uso compasivo. 
 Pero su financiación pública permitirá «normalizar» el tratamiento sin que haya restricciones económicas por su elevado precio, que no precisaron. 
«Cuando representa un avance de este tipo y aumenta la supervivencia de los pacientes, no debe haber discusión y su uso debe ser de carácter obligatorio», reconoció Martín, que justificó que sea un medicamento «costoso» por la investigación que hay detrás.