El Dhaulagiri (8.167 metros) tendrá que esperar. Otra vez. Porque en el currículo de Carlos Soria la cumbre nepalí aparece como una de las cimas que más se le resisten al montañero abulense, que hasta en ocho ocasiones ha visto como la suerte le ha vuelto la espalda. Esta vez fue la fuerza del viento la que, tras una ascensión a buen ritmo desde el Campo Base al Campo 3, le impedía atacar la cumbre en la mañana del viernes, cuando la Expedición IFEMA tenía previsto culminar un reto que arrancaba el 26 de marzo con la salida desde Madrid y todas las esperanzas puestas de que, esta vez, sí sería posible.Desde mediados del mes de abril la Expedición IFEMA aguardaba en el Campo Base una ventana de buen tiempo ante las persistentes nevadas. Todas las esperanzas estaban puestas en un único ascenso que no terminó de dar el premio deseado.