Otro aire, otra historia

A.S.G.
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Más garra que fútbol. El intenso viento se convirtió en el protagonista de un clasico en el que el Real Ávila se imponía por 2-1 a la Segoviana en un choque poco vistoso pero que permite a los encarnados mantenerse en zona de ascenso

Partido del Real Ávila frente a la Segoviana. - Foto: David Castro

Real Ávila, 2

 

Segoviana, 1

David

Llorian

Cabrera

Rui

Javi

Cabezudo

(Álex, 78’)

Trujillo

Piru

(Josu, 71’)

Cueto

Emilio

(Vicente, 64’)

Pito

  Iván

Manu

Rubén

Chema

Alfonso

Ricardo

Mariano

(Íker, 74’)

Roberto Álvarez

Dani Arribas

(Javi, 67’)

Dani Calleja

Asier

Goles

1-0 (minuto 7) Cabezudo; 1-1 (minuto 24) Mariano; 2-1 (minuto 37) Pito

Árbitro

Muriel Isidro.  Mostró cartulinas amarillas a los locales Cabrera y Álex; y a los segovianos Chema, Alfonso, Roberto Álvarez e Íker.

Incidencias

Encuentro correspondiente a la jornada 23ª de la Tercera División, disputado en el Adolfo Suárez ante 550 aficionados

El Real Ávila quería cambiar la historia, y lo hizo. A base de garra, de corazón, de intensidad... Porque de fútbol era imposible hacerlo. No nevó, como se había avisado, llovió a ratos, como se preveía, pero la intensidad del viento se bastó para poner en jaque un ‘clásico’ en el que los puntos se quedaron en casa. Se quedaron por muchas cosas, pero no por fútbol. Ni el estado del Adolfo Suárez ni el viento, que impidió ver a cualquiera de los dos equipos dar más de tres pases seguidos, lo hicieron posible. Pero a falta de fútbol, hubo ganas. Y el Real Ávila las puso.Al menos en la primera mitad, y le fue suficiente para llevarse los tres puntos ante una Gimnástica Segoviana que no perdía en el Adolfo Suárez desde el 2011. Curiosamente fue en un mes de febrero. Y como entonces, para añadirle más ingredientes a las coincidencias, también por 2-1. Como ahora. Pero coincidencias a parte, lo cierto es que el Real Ávila le puso oficio y trabajo a un ‘clásico’ que con los años se va descafeinando, como la categoría. Aún así, donde hubo llamas siempre quedan rescoldos.  

Con el viento como protagonista, ambos equipos se dejaron los detalles para otras citas.No era día de malabares, y sí de eficacia. Y en esas el Real Ávila supo hacer valer su pegada, aunque terminaría el encuentro pidiendo la hora ante una Segoviana que recurrió al ‘apretón del vago’ para tratar de sacar un punto en los últimos minutos. Con el recuerdo del gol de Pito en La Albuera (1-1) en la primera vuelta hubo quien temió en que el triunfo finalmente se acabaría escapando. Al final los encarnados acabarían festejando tres puntos con los que siguen en la zona de playoff. Y con todo lo que está ocurriendo alrededor del equipo tiene mucho mérito.

Pronto se adelantó el Real Ávila en el ‘clásico’ ante una Segoviana que vería como el encuentro se le ponía cuesta arriba en el minuto 7. En esos momentos se dieron cuenta de que el aire estaba dispuesto a ser protagonista.Porque el mismo llevó a la defensa segoviana a despistarse en un centro colgado al área. No supieron atacar el esférico. Sí lo hizo Cabezudo, de nuevo titular en el equipo.  Remataba con lo justo para colocar el 1-0. Iván haría la estatua, como sus compañeros, mientras el balón entraba con suspense en la portería.

No era un mal inicio para un partido en el que Borja Jiménez sorprendía en su alineación. Dejó en el banquillo a Vicente, que en los últimos choques parecía haber encontrado no sólo su sitio en el equipo sino en la parcela ofensiva, donde empezaba a ver puerta con cierta asiduidad. Sobre el campo Emilio y Cabezudo, cuyo futuro estuvo más lejos que cerca del Real Ávila hace apenas unas semanas. Obligados a quedarse parecen dispuestos a remar hasta donde sea necesario.  Sedano, por contra, no tuvo mucho donde elegir. Obligado a tirar de los juveniles –Alfonso fue titular en banda– echó en falta a Anel, un central cuyo peso en el equipo segoviano es innegociable, por mucho que el técnico azulgrana negara la mayor.

Con un auténtico vendaval sobre el campo, el intenso aire daba pie a pocas alegrías. Al menos de cara a la elaboración del juego, porque de cara a los goles participó lo suyo. Si ayudó al Real Ávila en el suyo, colaboró en el de la Segoviana. Lograban los segovianos el empate de la mano de Mariano. Sin ser el más alto de la clase fue capaz de rematar de cabeza en el interior el área pequeña, cuestión para reflexionar. Dani Arribas cayó a la banda, le sirvió un gran centro y el aire retuvo el balón lo necesario. Mariano, que supo leer la jugada a la perfección, entró con fuerza por el centro del área, se adelantó a Rui y Cabrera, las dos torres del equipo, para enganchar un duro cabezazo ante el que David no pudo hacer nada. Encontraba el premio el equipo segoviano, que lo había intentado previamente en varios córners –minuto 24– cuando Callejo, aprovechando el aire a favor, acarició el gol olímpico.

Poco le duró la alegría a los segovianos. El Real Ávila supo revolverse bien. Avisó en una contra –minuto 32–- cuando Emilio desperdiciaba un cuatro para dos en un claro servicio a Cueto que se marchaba largo. Avisó una vez, pero no dos. Si la importancia de Anel en la Segoviana es superlativa, la de Pito en el real Ávila lleva los mismos derroteros. De haber sido una corrida de toros el almeriense habría salido a hombros cuando lograba el 2-1 –minuto 37– en una jugada para enmarcar. Arrancó con tanta fuerza como técnica para marcharse desde las proximidades de la medular hacia el área rival. Tras librarse de varios contrarios cedía a Piru, que veía a Cueto bien posicionado. Su remate, tan fuerte como centrado, parecía cosa de Iván. Sin embargo, no era su tarde. Incomprensiblemente  dejó el balón suelto. Pito, que inició la jugada, la acabó. Con el balón sobre la línea de gol se metió hasta la ‘cocina’ para colocar el 2-1. Emilio pudo incrementar la ventaja antes del descanso –minuto 41– cuando en una contra Iván se quedaba a media salida y en su intento de rectificar caía al suelo. No se atrevió el vallisoletano a disparar  y en su intento por acercarse a puerta Ricardo le robaba la cartera.

Salió con mejor ánimo la Gimnástica Segoviana en la segunda mitad. El conjunto de Sedano le robó el esférico a los locales y supo encontrar a Ricardo y Mariano, al que los partidos se le empiezan a hacer largos. Asier probó suerte –minuto 53– pero encontró las manoplas de David, que empezaba a ver como los segovianos acercaban sus líneas a las proximidades del área. El partido pedía un cambio a voces. Emilio dejó su sitio a Vicente. Cabezudo buscó su sitio en el centro del campo con miras a recuperar la presencia del equipo en el centro del campo. Por lo pronto Pito y Trujillo –minuto 68– sacaron provecho a las recuperaciones en la medular para disparar desde lejos. No encontraron puerta, pero el equipo volvía a dar muestras de vida. La medular subía la intensidad y Borja Jiménez daba entrada a Josu, que se colocaba junto a Trujillo en el centro del campo. Debutaba Josu y debutó Álex poco después de que Vicente tuviera en su cabeza el 3-1. Pito presionó –minuto 74h a Iván, que perdía el esférico. El almeriense buscó el disparo directo, pero el resultado fue un centro a Vicente, que no se atrevió a meter con firmeza la cabeza ante Chema, que fue de menos a más en el partido.

Al final acabaría el Ávila pidiendo la hora cuando la Gimnástica Segoviana apretaba en los últimos minutos. Callejo, a saque de córner, recogió un balón peinado de Ricardo desde el primer palo –minuto 87– pero su remate lo rechazaba la defensa.