El exministro José María Michavila recibió este sábado en Guisando el búcaro de la suerte con el que desde hace 30 años se distingue a aquellas personas y colectivos que ponen en valor esta provincia. Un Premio Gredos que en el caso de este político, abogado y empresario madrileño responde a una de las facetas que más ha impulsado en los últimos años, la solidaria.

Michavila recogió el galardón como «un gesto de cariño de la gente de esta tierra fantástica que agradezco enormemente», según explicó. Y es que como dijo, «Gredos es un lugar donde las almas pueden hablarse de tú con Dios y eso hace que haya muy buena gente, con valores de convivencia y de cariño que hacen la vida mucho más amable». Ylo sabe bien, pues desde hace 14 años acude a este valle siempre que puede, especialmente a Candeleda, donde fue nombrado hijo predilecto.

Respecto a su labor solidaria, José María Michavila comentó que «hay una faceta de la vida humana que es esencial y es que hemos nacido para ser felices y solo es feliz el que piensa en los demás, que se preocupa por la felicidad de los que tiene al lado. Es algo que en esta tierra saben hacer».

«He tenido la suerte de encontrar ámbitos en los que trabajar por los demás, en la Fundación Pablo Horstmann y en la escuela que hicimos en memoria de mi mujer que falleció en 2013 cuando tuvimos nuestro quinto hijo, que ayuda a 1.200 niños en el cuerno de África, en la zona más desfavorecida del mundo, y eso nos hace mejores», apuntó el exministro.