Iguales pero distintos

AGENCIAS
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El Real Madrid y el Atlético conservan la esencia de Lisboa, aunque con equipos renovados

Los cambios en el banquillo y la portería del Real Madrid, con Zinedine Zidane como técnico y Keylor Navas bajo el arco, frente al renovado ataque del Atlético, con Fernando Torres, Antoine Griezmann o Yannick Carrasco, son las principales diferencias entre las plantillas de la final de Lisboa en 2014 y la de 2016 en Milán.

Continuidad con matices en las dos escuadras respecto a la anterior edición que protagonizaron en conjunto. En el cuadro blanco, repiten 14 jugadores respecto a los que fueron campeones hace dos años, con ocho futbolistas distintos a los de entonces. En el ‘colchonero’, ocho se mantienen respecto a aquel duelo, mientras que 14 no formaban parte del grupo.

A pesar de los cambios, la esencia de ambos permanece inalterada. El bloque ‘merengue’ ha variado hasta dos veces de entrenador, pero parece haber encontrado en Zidane algo de estabilidad. Junto a la presencia en el banquillo del galo, ganador de la Champions 2001-02 como jugador, la otra gran renovación acometida ha sido la del guardameta. En lugar de Íker Casillas, quien defiende el marco blanco ahora es Navas, llegado la campaña pasada del Levante.

La defensa es prácticamente calcada a la de Lisboa, con Sergio Ramos, el autor del 1-1 en el minuto 93, y Marcelo Vieira (que marcó el 3-1) a la cabeza. Lo mismo ocurre con el ataque, donde la ‘BBC’ formada por Benzema, Bale y Ronaldo se mantiene invariable, así como Jesé como opción en el banquillo.

En la medular, hay más diferencias, ya que solo permanecen Modric, Isco y Casemiro. Kroos, James Rodríguez, Kovacic y Lucas Vázquez se estrenan en una final europea como madridistas.

Ya no están Di María, fundamental en aquel esquema de Ancelotti y mejor jugador de aquella final; ni Xabi Alonso, que se perdió el duelo por sanción, ni Khedira, titular aquel 24 de mayo.

Por el lado rojiblanco, los cambios más destacados están en el ataque, aunque también arrancan desde la atrás. De portero decisivo a portero decisivo, a Courtois le sustituye Oblak, que necesitó más tiempo para asentarse, pero que ya es santo y seña en el club.

La zaga ‘colchonera’ mantiene a puntales como Godín, autor del gol en Lisboa, Filipe Luis, Juanfran o Giménez, entonces en un papel más secundario con Miranda por delante, hoy en el Inter de Milán. Se incorpora Savic, que pelea por un puesto de titular con Giménez.

En el centro del campo, permanecen Tiago, Koke y Gabi como referencias del equipo, aunque el portugués ha sido baja por lesión más de cinco meses, lo que ha permitido cobrar protagonismo a Saúl Ñíguez, que hace dos años estaba cedido en el Rayo Vallecano, y ha provocado la incorporación de Augusto, llegado del Celta.

Kranevitter y Thomas Partey son otras de las opciones con las que cuenta Simeone, en una medular en la que permanece Óliver Torres, llamado a tener un rol más importante esta temporada.

Donde el Atlético más se ha renovado en estas dos campañas es en el ataque. Tras la salida de Diego Costa y David Villa, ambos titulares en Lisboa, además de la de Adrián, el ‘Cholo’ se vio obligado a buscar hombres que le garantizaran gol. Así, Griezmann lidera ahora la delantera, en su temporada más prolífica de cara a portería con 32 tantos entre todas las competiciones. El año pasado tuvo como compañero a Mandzukic, que decidió marcharse a la Juventus de Turín, y este comenzó con Jackson Martínez, que terminó yéndose a China.

Ha sido un símbolo rojiblanco el que finalmente se ha estabilizado como compañía atacante del galo: Fernando Torres. El ‘Niño’ firmó su regreso al club que le vio nacer futbolísticamente en enero de 2015, con buenas actuaciones pero sin regularidad. Sin embargo, en los últimos tres meses ha recuperado el olfato goleador y se ha revelado como el socio ideal del ariete francés.

En dos años, Simeone también ha mejorado su abanico de opciones atacantes, con Carrasco, que podría actuar como revulsivo; y con dos arietes con movilidad como Correa y Vietto.

Muchos cambios entre Lisboa y Milán, sobre todo en el Atlético pero también en puestos sensibles para el Real Madrid, como son el banquillo y la portería. En los dos casos, plantillas competitivas, variadas y con posibilidades para plantear una gran batalla futbolística el 28 de mayo.