Sánchez pretende reducir la tasa de paro a la mitad en cuatro años

AGENCIAS
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El dirigente del PSOE subraya que el descenso del desempleo pasa por lograr que aquellos ciudadanos que llevan más de un año sin encontrar trabajo se incorporen al mercado laboral

Entre trajes de flamenca y en pleno ambiente festivo, puesto que Córdoba está celebrando su Feria, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, hizo ayer parada en su gira de precampaña que le ha llevado esta semana a Andalucía. Y, desde allí, insistió en que uno de sus objetivos, si logra alcanzar la Moncloa, será la lucha contra el desempleo. Por eso, apuntó que si llega a ser presidente del Gobierno quiere «reducir la tasa paro en cuatro años a la mitad». En su opinión, para cumplir con ese objetivo «hay que poner fin al desempleo de larga duración», en el que se engloba a quienes llevan más de un año fuera del mercado laboral y que, en España, afecta a 2,7 millones de ciudadanos. Un problema que, a su juicio, se ha disparado en los años en los que el PP ha estado en el poder.

Para cumplir esa promesa electoral, el candidato socialista apostaría porque «las empresas que contraten a desempleados de larga duración tengan una bonificación del 100 por 100» en las cuotas de la Seguridad Social «el primer año y del 50 por ciento el segundo», lo que «beneficiará a 400.000 parados de larga duración». Junto a ello, desde el Gobierno de la nación, la fuerza progresista cerraría convenios «con ayuntamientos, diputaciones y ejecutivos autonómicos» para poner en marcha «un plan de inversión pública en cuatro años para crear 200.000 puestos de trabajo específico» para estos ciudadanos que llevan más de 365 sin formar parte del mercado laboral.

 A ello se sumará otra medida, «para que, en un año, 700.000 jóvenes» que no acabaron Secundaria, pues abandonaron los estudios para trabajar en la época de bonanza económica en empleos sin cualificación que con la crisis han perdido, puedan tener ahora «una acreditación profesional y puedan encontrar un puesto de trabajo».

En palabras de Sánchez, estas medidas servirían para reconstruir «el Estado del Bienestar» que, según remarcó, «se ha cargado» el PP durante esta legislatura.

En esta línea, para aumentar el dinero para cuestiones sociales y, sobre todo, para recuperar la hucha de las pensiones «que los populares se han pulido», si llega a Moncloa «aprobará una reforma fiscal que haga que pague más quien más tiene, y que acabe con el fraude fiscal y con los papeles de Panamá».

Subir el precio. En tono de precampaña, el líder socialista miró a izquierda y derecha para lanzar sus ataques. Así, apuntó que, ante los próximos comicios generales del 26 de junio, «el cambio no tiene intermediarios», ya que éstos hacen «subir mucho el precio de las cosas», por lo que «solo el PSOE» podrá «evitar» un nuevo Gobierno popular de Mariano Rajoy.

A pesar de que apuntó que, tras la cita con las urnas, volverá a ofrecer una alianza a Ciudadanos y a Podemos para alcanzar la Moncloa, Sánchez se refirió a Pablo Iglesias como el «mal árbitro que solo pita el final del partido cuando mete el gol su equipo», por lo que instó a la formación morada a que «digan sí al PSOE» si «quieren un Ejecutivo progresista». Y es que, a su juicio, durante la votación de la sesión de investidura el pasado marzo el error «grave» de Podemos «no fue votar en contra del candidato» socialista, sino «bloquear» el cambio.

Además, aprovechando que estaba en Córdoba, donde hace dos semanas Iglesias escenificó la confluencia con IU en un acto con la participación del exlíder de dicha formación Julio Anguita y en el que apelaron al clima político de 1977, el líder del PSOE, recordó que hoy día «no es el 77, sino 2016» y las cosas «han cambiado mucho».