JESÚS Manuel Sánchez Cabrera dio este jueves un golpe de timón en el rumbo marcado por la dirección provincial del Partido Popular al convertirse en el nuevo presidente de la Diputación de Ávila, tras imponerse al candidato oficialista, Pablo Luis Gómez, por once votos a cinco en la segunda ronda para elegir a la persona que estará al frente de la institución provincial los próximos cuatro años. Sorpresa, estupor, desconcierto, tensión, bochorno... son algunos de los calificativos que muchos dieron a la situación que se vivió en el patio de la Diputación este jueves, una escena planteada ante la plana mayor del PP de Ávila, que por las caras y los cuchicheos de algunos parecían desconocer la ‘bomba’ que el joven diputado acababa de soltar para reventar un Pleno que se presumía tranquilo por la mayoría absoluta del PP.

Una situación que no fue sino la culminación de un proceso que vivió el pasado 15 de junio otro momento importante, con la votación de los concejales del PP para la elección de los diputados. Y es que ya ese día, Sánchez Cabrera fue el diputado del partido judicial de Ávila que más votos obtuvo, y no solo eso, sino que además se registraron importantes novedades, con la entrada de cinco nuevos diputados y la permanencia de sólo dos, uno de ellos el propio Sánchez Cabrera, concejal de Padiernos, y el otro el alcalde de Chamartín, Ángel Jiménez Martín.

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