«Bienvenidos al club de los 100»

I.Camarero Jiménez
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La residencia de mayores de la Junta de Castilla y León homenajeó a sus cinco residentes centenarios, cuatro mujeres y un hombre

Emocionante mañana vivieron este jueves los usuarios de la residencia de mayores de la Junta de Castilla y León. Era sin lugar a dudas un día de fiesta pues fue el momento de homenajear a los más longevos del lugar. Cuatro mujeres y un hombre recibían el regalo con una celebración para festejar que, cuando menos, habían cumplido el siglo de vida. Era el caso de Sátur, recién llegado al centenario, no así el de María, que ya va por los 103, Clemen que tiene los 102 o Carmen y sus 104 años y Antonia  y sus 101 (de Madrigal de la Vera, decía la directora de la residencia, pero con vinculación a Ávila pues también vivió en Arenas y en la capital).

Muchos fueron los compañeros que se sumaron al momento pero también los familiares y los máximos representantes de la Junta en materia de Servicios Sociales.Hasta el lugar acudió el delegado, José Francisco Hernández Herrero y también el gerente del ramo, Ángel Muñoz y junto a ellos, como maestra de ceremonias la  directora del centro residencial, María Jesús Robledo quien tuvo palabras de cariño para todos esos nuevos miembros «del club de los 100». 

El delegado se mostró especialmente cómodo e hizo un alegato en defensa de esos mayores «tan fuertes» que por tantas cosas han pasado a lo largo de sus vidas. Hambre, lutos, guerra y mucho más que hace plantearnos lo mucho que en ocasiones nos quejamos por cosas que nada tienen que ver con lo que sufrieron nuestros mayores y sin embargo ellos, «ahí siguen tirando del carro». Todos ellos son importantes y a ellos se refirió como «héroes y heroínas» que «seguís haciéndonos mucha falta». Como alegato en defensa de los mayores también lo hizo de las instituciones públicas y sobre todo en lo que respecta a los Servicios Sociales y al cuidado de nuestros ancianos porque existiendo estos lugares «podemos desarrollar un proyecto de vida» pero sabiendo que ellos están «en las mejores manos», que cuentan con calidad gracias a un personal que está a su servicio «por méritos propios y capacidad», pero también por vocación y saber hacer. En ese sentido se comprometió con seguir dando esa calidad para que la residencia siga atendiéndolos y las familias sientan este centro «como una extensión, una prolongación de nuestra casa». Del mismo modo llamó a que los mayores sean «el orgullo de las familias».