Rajoy acusa la presión interna y anuncia que hará cambios en el PP

BENJAMÍN LÓPEZ (SPC)
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Las renuncias de varios 'barones' provocan que el 'popular' estudie modificaciones en el partido y el Gobierno

No le quedó más remedio que matizar sus palabras en 48 horas. El presidente del Gobierno y del Partido Popular  pasó del «ningún cambio en el PP ni el Gobierno» del lunes al «iremos poco a poco tomando decisiones» de ayer. No es un giro de 180 grados, pero sí es lo suficientemente notable como para que se intuya motivado por los movimientos y críticas de algunos líderes regionales que anunciaron su marcha tras el 24-M.

«En cuanto al partido, iremos poco a poco tomando las decisiones más convenientes para poder presentarnos a las próximas elecciones generales de la mejor forma, y para pedir a los españoles que vuelvan a darnos su confianza», sostuvo el gallego en los pasillos del Congreso tras la Sesión de Control.

Más allá de esas novedades, Rajoy señaló que los populares estarán «a la altura», y que el Gabinete central propone «cumplir la responsabilidad que nos encomendaron los españoles, y seguir gobernando y con las reformas hasta el final de la legislatura con el objetivo de que eso siga produciendo efectos cada vez mejores para el conjunto de la sociedad».

Sobre los presidentes regionales que dejan el liderazgo, recordó que «siguen en sus responsabilidades» hasta los Congresos regionales -habrá uno nacional a principios de 2016-, que se celebrarán tras las generales, para las que ya dio dos fechas posibles:22 ó 29 de noviembre. La legislatura concluiría entonces el 29 de septiembre o el 6 de octubre, respectivamente.

Hay una cuestión que se estudia en Génova. Si el PP mantiene su intención de presentar un proyecto de Presupuestos Generales de 2015, como han aconsejado públicamente algunos dirigentes con idea de aprovechar anuncios de medidas sociales, sería mejor la primera opción, pues daría tiempo a llevarlo al Congreso dentro de exactamente cuatro meses y un día.

Por otra parte, a pesar de la pérdida de poder municipal y regional, Rajoy defendió en el Hemiciclo que su Gabinete «es legítimo y democrático, cuenta con el apoyo de más de 180 diputados en esta Cámara, ha sido votado por más de 11 millones de españoles y tiene un mandato de cuatro años, «tal como fijan la Constitución y las leyes».

Esa fue la respuesta del presidente al diputado abertzale de Amaiur, Sabino Cuadra, que instantes antes había tildado al Gobierno de «ilegítimo», respaldado por una mayoría social «que hace tiempo dejó de existir». 

El gallego, sin alterarse, utilizó la réplica para acusar al político de haber protagonizado una intervención, «evidentemente, antidemocrática, lo cual no me puede sorprender dada lo que ha sido su trayectoria política y de otro tipo a lo largo de muchos años».

Por su parte, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, afirmó que los españoles votaron el pasado domingo por «abrir un tiempo nuevo en la política municipal marcado por el cambio y por el diálogo». Así, echó en cara a Rajoy la aprobación de la Ley de régimen local que, a su juicio, resta competencias a los Consistorios y privatiza derechos de ciudadanía y servicios sociales.

El jefe del PP, en la respuesta, aseguró que las decisiones del Gobierno respecto a los ayuntamientos «han servido exactamente para lo contrario de lo que dice usted, para que se pudieran mantener y seguir pagando los servicios sociales». En este sentido, aludió al Plan de Pago a Proveedores por valor de 11.600 millones de euros, que ha servido para pagar facturas que eran fundamentalmente para atenciones sociales.